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Y tu ¿Cómo haces la maleta de viaje?
Como todo en la vida, lo que hacemos es un fiel reflejo de cómo somos. La llegada del verano y con él, los preparativos para las vacaciones, pueden revelar aspectos de nuestra personalidad. Dime cómo haces la maleta ¡y te diré quién eres!
A pesar de nuestros pequeños trucos y los de nuestras madres, no todos tenemos los mismos resultados: a unos les cierra, a otros no les cabe nada, y otros se dan cuenta de que se han olvidado la mitad de sus cosas en el hotel cuando llegan a casa… ¿Casualidad? No.
La agencia de viajes online lastminute.com identifica seis perfiles psicológicos entre los viajeros, dependiendo de cómo se las ingenien para hacer la maleta.
¿Por qué mi maleta no cierra y la de mi acompañante sí? ¡Si hemos metido lo mismo! La agencia de viajes online lastminute.com realiza un estudio acerca de los diferentes perfiles psicológicos dependiendo de cómo hagas la maleta.
El indeciso:
Los viajeros con perfil indeciso no quieren problemas, tienen pánico a las sorpresas en el destino y ante la duda, lo cogen todo. La improvisación es el enemigo, porque la toma de decisiones les genera angustia. Bien por falta de confianza o de disciplina, la maleta se convierte en un armario portátil tanto para estancias largas como cortas. No sabe qué llevar así que llena la maleta de «porsiacasos». A medida que mete ropa en la maleta, va desapareciendo su miedo. Los términos ‘hacer la maleta’ y ‘llenar la maleta’ se fusionan. Estos viajeros suelen optar por destinos conocidos, que le resulten familiares y que les permitan tener todo organizado y resuelto antes de empezar a viajar. Viaje ideal: las vacaciones «all inclusive».
El planificador:
¡Porque yo lo digo y punto! Al planificador le encantan los viajes de escuadra y cartabón, con todo calculado. Cada paso está precedido de un momento de reflexión y en el caso de la maleta se llama «lista previa». En ella incluye todo lo necesario para cada ocasión. Sin embargo, el desarrollo feliz de sus vacaciones está condicionado al cumplimiento de sus planes y si algo sale mal puede llevarle a situaciones de crisis. Además, el planificador se erige como líder en grupo y no sólo termina su maleta con suficiente antelación, sino que supervisa e interroga al resto del grupo a voz de: «¿Has cogido…?» o «mete esto en la maleta…». Según la Teoría de las Necesidades de MacClelland, este perfil de viajero encuentra su mayor satisfacción en la «necesidad de poder», porque le gusta estar a cargo como responsable. Viaje ideal: los Multiaventura – Excursiones en quad, motos o globo! cualquier actividad ‘adrenalínica’ para hacer en grupo.
El desorganizado:
Una maleta desordenada no es síntoma de desorden mental, sino de la poca importancia que le da al equipaje. Para él lo fundamental es el viaje y la maleta es un tema menor, que no merece especial dedicación. Es el errante, el eterno explorador, que conserva todas las energías para disfrutar de la aventura. La maleta es un elemento obligatorio de sus vacaciones, así que opta por incluir todo lo necesario, pero sin orden ni concierto. Las consecuencias están claras: siempre les cabe todo porque… ¡siempre se les olvida algo! A los ‘desorganizados’ no les afecta dejarse las cosas o perderlas en su destino, se apañan con un equipaje ligero y suelen improvisar sobre la marcha porque el optimismo y el humor siempre les acompañan. Viaje ideal: excursiones a parajes naturales que incluyan actividades al aire libre, como espeleología, escalada, puenting o rapel.
El listillo:
Añade una dimensión más al ‘desorganizado’: la pereza y capacidad para sacar partido de su entorno. Su maleta siempre está en orden, pero más que por su habilidad, porque siempre se las ingenia para que alguien se la haga. La «ley del mínimo esfuerzo» se aplica a la hora de llegar a destino, donde no es capaz de deshacer la maleta… El equipaje se convierte en un saco dentro del armario del que toma la ropa limpia y va dejando la sucia, mezclándolo todo. La ventaja es que el día del regreso… ¡la maleta ya está hecha! Para este viajero, el objetivo es evadirse, escaparse de la rutina y sobre todo, poder relajarse. No acepta ninguna imposición o norma durante los días de vacaciones… y si no ¡que lo haga otro!. Viaje ideal: las escapadas donde combina tours guiados y tiempo libre para disfrutar a su aire.
El perfeccionista:
Con él, las maletas alcanzan el 100% de sus posibilidades. El perfeccionista no sólo no encaja bien los fallos, es previsor ante ellos. Su agenda diaria está estructurada al milímetro, así que no emplea ni un segundo más del necesario para hacer la maleta. Pero eso no significa que no cuide los detalles, de hecho, los detalles lo son todo y nunca olvida nada. Según MacClelland, es la «necesidad de logro» que motiva a estas personas a plantearse grandes desafíos y obtener exitosos resultados. En el lado negativo, es propenso al conflicto con sus acompañantes, porque los esfuerzos que realiza para llevar a cabo su ritmo de vida no siempre son comprendidos. En lo positivo, si te dejas aconsejar, conseguirás hacer una maleta de foto. Viaje ideal: el que pueda planificar y diseñar él mismo, sea cual sea el destino (elegir vuelos de rutas combinadas, el mejor hotel según la ubicación, espectáculos a los que asistir durante la visita, etc.)
El shopper:
De carácter impulsivo y atrevido, para él las vacaciones son una vía de desahogo. Se dejan llevar por la filosofía del carpe diem, la cultura del placer inmediato. Las compras y el consumo forman parte de su rutina para desconectar, por eso, su maleta está llena de huecos para traer su ‘nuevo equipaje’ de regreso. Nada falta en ella, pero siempre tiende al defecto para forzar la improvisación. Ante el aburrimiento… ¡saben ponerle chispa a la vida! Se les tilda de superficiales o «balas perdidas» pero en los momentos de desánimo, son los primeros en proponer actividades para animar a sus compañeros de viaje. Para este viajero, las relaciones interpersonales también son un factor de motivación: les gusta conocer gente, aprender todo lo que se refiere a la cultura local, y regresar a casa con muchas anécdotas para contar. Viaje ideal: a lugares lejanos, exóticos, donde haya muchas tiendas por descubrir!
Pero no es necesario ser ‘El perfeccionista’ para ser capaz de hacer una maleta en condiciones.