Curiosidades y Artículos
Cómo escribir las invitaciones. Qué poner.
Las invitaciones tienen que llevar un destinatario, es decir, a quien va dirigida esa invitación.
Aunque hemos hablado de las invitaciones, queremos también hablar de cómo se invita y cuantas invitaciones encargamos. Vamos a ver algunos detalles al respecto.
Las invitaciones tienen que llevar un destinatario, es decir, a quien va dirigida esa invitación. Las formas de escribir el sobre pueden ser diferentes:
Cuando invitamos a una persona soltera, se pone el nombre completo de la misma.
Si admitimos parejas, lo normal es poner " … y acompañante". Si sabe que es su cónyuge puede poner "… y Sra." ó "… y Sr.", pero si lo duda lo mejor es utilizar la fórmula del acompañante, que da un amplio margen al invitado para asistir acompañado de otra persona.
Cuando invitamos a un matrimonio.
La fórmula más utilizada es poner "Sr. D. Carlos Martínez y Sra"; pero, actualmente, se tiende mucho a poner el nombre de ambos cónyuges ya que la mujer tiene en la actualidad el mismo "papel" o rol social que el hombre. Antaño se ponía el nombre del caballero y el de la señora con el primer apellido del marido (es decir, con su apellido de casada). Cualquiera de las formas dadas es totalmente válida.
Cuando invitamos a toda la familia.
Un ejemplo típico puede ser la celebración de una boda, a la que queremos que asista toda la familia. La fórmula más utilizada es poner el nombre del cabeza de familia y la coletilla … y familia. Por ejemplo: "Sr. D. Mario Bermúdez y familia".
Los tratamientos en España son el de Sr. D. y Sra. Dña., Srta. -prácticamente en desuso- para las mujeres solteras jóvenes, pero en otros países puede variar.
Las invitaciones, salvo que sean para una actividad comercial-empresarial (presentación de un nuevo producto o servicio, inauguración de nuevas instalaciones, etc.), se envían siempre al domicilio del interesado, y nunca a su lugar de trabajo.
Si queremos calcular el número de invitaciones a encargar a la imprenta, debemos hacer previamente la lista de invitados, y una vez hecha darle un margen del 10-15% para calcular posibles bajas e incorporaciones de última hora y compromisos. También debemos tener en cuenta agrupar a los invitados por unidades familiares para conocer el número real de invitaciones (que suele ser aproximadamente, el número total de invitados dividido por 1,7).
Las invitaciones se pueden entregar en mano, o se pueden enviar. La forma más cómoda es darlas a una empresa de reparto de correspondencia para que se encargue de ello, y así dejarlo solucionado con una sola recogida de todas las invitaciones por parte de esa empresa.
Las invitaciones se deben hacer con el tiempo suficiente para que a los invitados les dé tiempo a contestar y a organizar su agenda de compromisos (lo mejor es con tres semanas de anticipación como mínimo). Las invitaciones de última hora no gustan pues parecen de compromiso, como si fueras "un relleno" de última hora (por que les ha fallado algún invitado, porque les sobran cubiertos …).
Aunque lo hemos tratado en otros apartados de la web, en las invitaciones no debe faltar ninguno de los datos importantes del evento: fecha, lugar, hora y cualquier otro detalle de interés como por ejemplo el tipo de vestuario que se requiere.