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Mitos y realidades sobre la salud mental ¡No estoy loco!
Existe la idea de que una enfermedad mental es sinónimo de retraso mental; nada más falso que esto. Conoce las ideas erróneas que se tienen en torno a este tipo de padecimientos. Sobre las enfermedades mentales suelen haber muchos malos entendidos, por lo que la gente ha desarrollado cierto «miedo» a ellas.
El profesor Leopoldo Savarezza, médico especialista en Psiquiatría y Geriatría, Psicoanalista y Profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, considera que la salud mental se encuentra mal vista. «Por desconocimiento, está envuelta, en el peor de los casos, en una trama donde se mezcla la idea de pecado, de posesión y cosas por el estilo.
Otros piensan que la persona afectada por estas enfermedades podría evitarlo mediante un esfuerzo de la voluntad, y si no lo hace, es culpada y mal vista. Ésto hace que la gente común se muestre reticente a recurrir a los profesionales de la salud mental. Sobre todo en personas adultas, la respuesta «yo no estoy loco» es muy frecuente cuando se les dice que podrían acudir, por ejemplo, al psicólogo»,.
Por ello, es importante conocer los mitos y realidades que existen alrededor de las enfermedades mentales, y así evitar la discriminación y la falta de tratamiento para la salud mental. Veamos entonces una lista que nos ofrece el sitio doctorweb.org
1. Mito: La gente que padece una enfermedad mental no tiene esperanza alguna.
Realidad: Existen tratamientos, estrategias y diferentes tipos de apoyo para las personas con problemas de salud mental, incluso más que antes. Por lo que pueden llevar una vida cotidiana.
2. Mito: Una enfermedad mental equivale a tener retraso mental.
Realidad: Son trastornos diferentes. El retraso mental se caracteriza por limitar el funcionamiento intelectual y por las dificultades que se presentan en llevar a cabo acciones de la vida cotidiana mientras que dentro de una enfermedad mental, las condiciones de salud pueden llevar a cambios en los estados de ánimo y comportamientos de la persona, pasando por una gran variedad del funcionamiento intelectual.
3. Mito: Las enfermedades mentales aparecen como consecuencia de la debilidad de carácter.
Realidad: Factores biológicos, psicológicos y sociales son los que conforman una enfermedad mental. Se necesita todo un diagnóstico clínico para poder atribuirla.
En cuanto a los factores genéticos y biológicos, los estudios científicos los asocian más con la esquizofrenia, la depresión y el alcoholismo, mientras que las influencias sociales como la perdida de un ser querido, también pueden contribuir al desarrollo de algún trastorno.
4. Mito: Una vez que la gente muestra enfermedades mentales, nunca se recupera.
Realidad: Estudios científicos han comprobado que la mayoría de la gente con enfermedades mentales mejora, y muchos se recuperan por completo. Tener una vida productiva y la reducción o completa desaparición de los síntomas es lo que muchos consideran una plena recuperación. Pero para esto, «la ciencia muestra que tener esperanza juega un papel integral en la recuperación de la persona».
5. Mito: La terapia y autoayuda son simplemente una pérdida de tiempo o para gente que está «loca».
Realidad: La terapia es sólo un tratamiento, y estos varían dependiendo la persona. Psicólogos, psiquíatras, trabajadores sociales y otros pueden ayudar en un tratamiento, que generalmente se combina de medicamento. Todo esto depende el diagnóstico médico dado.
6. Mito: La gente con enfermedades mentales es violenta e impredecible.
Realidad: La gran mayoría de la gente que se encuentra en esta situación no es más ni menos violenta que cualquier persona.
7. Mito: Los niños no experimentan las enfermedades mentales.
Realidad: Como cualquier persona, los niños también padecen este tipo de enfermedades, las cuales son el conjunto de la interacción de factores ya mencionados. Un estudio señala que del 5 al 9 por ciento de los niños experimentan serias perturbaciones emocionales.
8. Mito: La gente con enfermedades mentales no pueden tolerar el estrés de tener un empleo.
Realidad: Todos los trabajos pueden llegar a ser estresantes, pero la productividad se basa en un buen ambiente con las condiciones necesarias entre las necesidades del empleado y las condiciones de trabajo, existiendo salud mental o no.
9. Mito: No puedo hacer nada por alguien con una enfermedad mental.
Realidad: Se puede hacer mucho más de lo que se cree. Iniciando con la manera en que nos comportamos y hablamos, y en la manera en que promovemos la salud mental. Por ejemplo:
– Trata a las personas con alguna enfermedad mental con respeto y dignidad como a cualquier otra.
– Respeta sus derechos y no discrimines.
– Infórmate sobre los problemas que atacan la salud mental y compártela.
– Y por último, evita calificar a las personas con adjetivos como «loco».
10. Mito: Las enfermedades mentales no pueden afectarme.
Realidad: Son enfermedades tan comunes que afectan a muchas familias sin hacer distinciones.
Este tipo de enfermedades no discriminan, pueden afectar a cualquiera. Son tan comunes que hay grandes posibilidades de que usted conozca a alguien que padezca alguna enfermedad mental y ni si quiera lo sepa. Así que si cree que sufre algún tipo de enfermedad mental no dude en acercase a un especialista, para su debido tratamiento.
Via de10.com.mx