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Locura por blanquearse la piel llegó a los EE. UU.
Para adecuarse a los estándares de belleza miles de mujeres morenas blanquean su piel con cremas especiales sin darse cuenta de que pueden causarles graves daños a su salud. ¿Por qué estas chicas no escatiman recursos para cambiar su apariencia?
Ya pasaron cinco años desde que Amy Mbaye dejó de blanquearse la piel y no hay otra persona más feliz que ella. “Mírenme. He sobrevivido, hoy he dejado de hacerlo y me siento bien y soy hermosa. Nacimos en África, somos africanos y somos hermosos así como somos. Y es todo lo que puedo decir”, señala la ex usuaria de cremas para blanquear la piel.
Esta mujer podría considerarse hermosa según cualquier estándar de belleza… pero no el de ella. Amy tiene un buen trabajo, una familia que la quiere; pero solía pensar que su piel era demasiado morena.
“Una empieza a usar cremas para blanquear la piel pensando que este producto te ayudará a ser más hermosa, la gente que te rodea nota que algo ha cambiado, que te has hecho más bonita. Y eso me motivó a mí también. Mis hermanas antes usaban esta crema, por eso empecé a usarla”, afirma Amy.
Ella no es la única. Muchas perfumerías que se encuentran en los barrios africanos de París venden productos que garantizan el blanqueo de la piel. Sin embargo, aquí hay más; hay un dilema moral que radica en que las mujeres con piel negra necesitan encontrar su lugar en la sociedad francesa. Además, algunos de estos productos contienen una sustancia muy tóxica: la hidroquinona.
“Las consecuencias de su uso son la aparición de acné por todo el cuerpo, quemaduras en la cara, cicatrices, manchas, etc.”, señala Amy.
Y esos son solamente los problemas visibles. La hidroquinona puede producir daños incluso dentro del mismo cuerpo, provocando enfermedades a los riñones, diabetes o cáncer.
La vida de Amy cambió cuando nació su primer hijo: “Cuando me hicieron la cesárea mi piel no pudo cicatrizar y los médicos tuvieron que hacerme puntos. Si esto hubiera sucedido en África podría haber muerto”.
La activista Isabelle Mananga-Ossey representa a una organización que explica a la gente el peligro que conlleva el usar este tipo de cremas y lucha para prohibirlas en el mercado.
“Si usted se pone a ver periódicos verá que todas las fotos son de personas blancas. Nosotras simplemente queremos ser bonitas”, señala Isabelle.
Ossey cree que la comunidad africana de Francia debería inspirarse en un ejemplo más lejano: el Presidente de los
Estados Unidos.
“En Estados Unidos hay un afroamericano llamado Obama. Él es un buen ejemplo para nosotros ya que la mentalidad que reina es que un hombre con piel morena no puede tener poder”, concluye.