Se trata de seres cibernéticos más mortíferos que los virus y más amenzadores que los programas espías. Se trata del llamado "scam", intentos de apoderarse de su información personal o de sus cuentas privadas a través de mensajes electrónicos fraudulentos -conocidos como "phishings"- y que se han convertido en la amenaza más grave para el cibernauta.
Es por ello que muchos usuarios buscan la forma de protegerse cuando ante su pantalla aparecen mensajes que fingen ser correspondencia oficial de bancos, sitios de subastas online o agencias de cobro de pagos.
Un lector, por ejemplo, nos cuenta: recibí un email de PayPal diciéndome que me cerrarían la cuenta a menos que verificase o actualizase mi información. Afortunadamente contacté PayPal telefónicamente y descubrí que se trataba de un mensaje fraudulento. Si hubiera dado la información de mi cuenta tal como me lo pedía el mensaje, los estafadores habrían podido robarme dinero. ¿Hay una forma de contrarrestar este tipo de fraude?
Sí la hay. Pero hagamos primero una advertencia: jamás responda un email que le pida verificar, actualizar o dar información sobre una cuenta, incluyendo nombres de usuario o contraseñas, siguiendo un enlace incluido en el mensaje. Scams como éstos abundan actualmente, y las instituciones financieras y otros organismos legales que guardan información de cuentas han puesto en vigor medidas contra tales mensajes.
Si recibe usted un mensaje pidiéndole información personal, asuma que se trata de un mensaje ficticio, sin importar cuán legítimo parezca. Si puede, reenvíe el email a un representante de la institución de la cual el mensaje simule proceder. Asegúrese de que está enviando el mensaje a la entidad apropiada. EBay, por ejemplo, ha establecido un grupo (spoof@ebay.com) específicamente para analizar mensajes fraudulentos enviados a sus clientes. A lo más, lo mejor que usted puede hacer es no tratar jamás de reenviar el mensaje fraudulento a los propios remitentes.
Frente a esto, hay programas que advierten al usuario de scams de la misma forma en que los programas antivirus alertan cuando un virus entra en la computadora.
Hay un par de editores de software tratando de enfrentar el problema. Uno de ellos es Netcraft, con una barra de herramientas llamada Netcraft (http://toolbar.netcraft.com). La barra trabaja tal como un programa añadido al navegador, advirtiéndole cuando usted aterrice en un sitio conocido por robar información personal del usuario.
Compatible tanto con Internet Explorer como con Firefox, la barra de herramientas Netcraft usa una base de datos de sitios "scamming" compilada por Netcraft. Si intenta usted visitar un sitio conocido como "scam", la barra se lo impedirá, advirtiéndole al mismo tiempo del peligro. Más útil aún, la barra incluye un indicador de "nivel de riesgo" que va de rojo a verde, según sea posible que el sitio en el cual usted quiere entrar sea un "scam" reconocido. Puede usted utilizar también la barra para averiguar cuánto tiempo ha estado ese sitio bajo control.
Una alternativa a la barra de herramientas Netcraft es la barra EarthLink (http://www.earthlink.com/software/free/toolbar). Cuando visita usted una página Web, EarthLink le da uno de tres indicadores según sea su potencial "scam": un pulgar verde señalando hacia arriba, un pulgar rojo hacia abajo o un indicador neutral. Si usted abriga sospechas, una herramienta de análisis le permite obtener más información de la página en cuestión. La barra es gratuita y trabaja con Internet Explorer.
Ahora bien, si usted accedió a dar información personal en respuesta a un email que resultó fraudulento, no pierda un segundo y contacte de inmediato al organismo o banco de que se trate y notifique a sus representantes de lo que ha ocurrido. Es muy posible que sea necesario cerrar su cuenta y reabrir una cuenta nueva. Más aún, deberá usted pensar qué ramificaciones de la información de su cuenta pueden estar comprometidas. ¿Es posible que delicados datos financieros o contactos hayan sido revelados a una tercera parte? Siga la pista a todo escenario posible, nada será inútil.
Washington, (dpa)