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Cómo pasar a Windows 64 bits:Consejos
El sesenta y cuatro es un número que se escucha cada vez más en el mundo del software. En su acepción más frecuente, viene a indicar una arquitectura, la de 64 bits, que lleva existiendo desde hace años, pero que sólo ahora empieza a tomar pie entre los usuarios.
La última versión de Windows ha sido la gran impulsora de los 64 bits domésticos. Según datos de Microsoft, casi la mitad de los ordenadores con Windows 7 instalado usan la edición de 64 bits. Las ventajas más evidentes son un mayor rendimiento en tareas pesadas (como cifrar archivos) y la posibilidad de usar más de 3GB de memoria.
Sin embargo, no todo son buenas noticias: la falta de programas que aprovechen plenamente los 64 bits y la escasez de controladores para dispositivos antiguos causan bastantes problemas en el día a día. En este artículo ofrecemos algunas pautas para migrar a los 64 bits minimizando tales inconvenientes.
Comprobaciones previas
Antes de comprar e instalar una edición de Windows de 64 bits conviene comprobar si tu sistema es capaz de ejecutarla. El método más fiable consiste en descargar CPU-Z, ejecutarlo y comprobar si en el campo Instructions aparecen las instrucciones de 64 bits de AMD (x86-64) o Intel (EMT-64):
En caso positivo, tienes vía libre para saltar desde los 32 bits hasta los 64. ¿Quieres quedarte seguro? Prueba con Windows 7 Upgrade Advisor: además de comprobar la compatibilidad de tu equipo con Windows 7 de 64 bits, verifica si se cumplen los demás requisitos de hardware y software. Otra utilidad que te sacará de dudas es SecurAble:
¿Te convienen los 64 bits?
Sólo si vas a necesitar grandes cantidades de memoria RAM y manejas habitualmente grandes archivos. La mayoría de aplicaciones para Windows son de 32 bits: aunque se ejecuten con normalidad en un Windows de 64 bits, no se ven beneficiadas por esta potente arquitectura.
Gráfica de rendimiento extraída de ExtremeTech. Un número mayor es mejor.
Comparativas de rendimiento como las publicadas por ExtremeTech dejan patente cuán estrecho es el margen de superioridad de los 64 bits con aplicaciones y juegos. Con el precio de los módulos RAM en caída libre, ver sistemas con más de 4GB de memoria se ha vuelto habitual, aunque todavía son pocos los programas que aprovechan tal cantidad de RAM.
De momento, la respuesta a la pregunta es “depende”. Para estar a la última, usar grandes cantidades de memoria y sacarle todo el partido a programas de edición de vídeo o juegos optimizados para los 64 bits, es mejor migrar.
Cómo prepararse para la migración
¿Te has decidido por los 64 bits? En ese caso, no te lances de inmediato a instalar el sistema operativo: hay una serie de pasos previos que te harán la vida más fácil.
1. Busca tus programas en el Centro de Compatibilidad de Windows 7
Asegúrate de marcar “Windows 7 de 64 bits” en el tipo de sistema. Si no apareciera en la lista, no desesperes: busca la versión de 64 bits en la página del autor. Los programas que requieren una versión de 64 bits suelen ser productos de seguridad (antivirus y cortafuegos) y de mantenimiento (desfragmentadores y herramientas de diagnóstico).
2. Descarga controladores de 64 bits para tu hardware
El mismo Centro de compatibilidad de Windows 7 tiene un apartado dedicado al hardware compatible. Como en el caso anterior, no todos los dispositivos aparecen allí. Hay utilidades que te pueden ayudar a localizar los controladores de 64 bits, como DriverEasy o DriverMax. Busca también en el portal Start64.
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