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Hay una bacteria súper resistente a los antibióticos que se está desarrollando en los hospitales de Europa.
Klebsiella pneumoniae es resistente a un antibiótico fundamental. Ha causado más de 2,000 muertes en un solo año. Los científicos dicen que la higiene en los hospitales es esencial para frenar su propagación.
Una especie de bacteria bastante resistente a los antibióticos se está desarrollando y diseminando en hospitales de toda Europa, según un estudio publicado el lunes por la BBC. Es Klebsiella pneumoniae, una bacteria que se adhiere a los intestinos y puede causar neumonía o meningitis.
Las muertes causadas por Klebsiella pneumoniae han aumentado considerablemente en Europa en los últimos años. En 2007, hubo 341 muertes por esta bacteria. Este número aumentó a 2.094 en 2015.
La alarma es que esta bacteria es resistente a un antibiótico fundamental (carbapenema). Las infecciones están asociadas con una alta tasa de mortalidad, y si no se hace nada, estos números continuarán aumentando ”,
Dice a la BBC Sophia David del Instituto Sanger.
El estudio, publicado en Nature Microbiology, se basó en información recopilada de 244 hospitales en 32 países de Europa. Los científicos analizaron el código genético, es decir, el ADN, de las bacterias de las muestras tomadas de las personas afectadas. La resistencia de este patógeno se debe a la expansión de un pequeño número de clones de la especie, agrega El Mundo.
«Nuestros hallazgos muestran que los hospitales son el principal transmisor y que las bacterias se están propagando entre las personas principalmente dentro de los hospitales», explicó Sophia David.
La Klebsiella pneumoniae puede continuar para mejorar su resistencia o a través de la reproducción, transmitirlo a otras especies.
Los investigadores dicen que la higiene hospitalaria es el primer paso para combatir estas infecciones. «Creemos que con una buena higiene, incluida la identificación temprana y el aislamiento de los pacientes afectados, podemos retrasar la propagación de estos patógenos y controlarlos», dijo Hajo Grundmann, de la Universidad de Friburgo.