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Conocer y evitar a los ácaros , lo que hay que saber
Estornudos, congestión nasal y asma nos anuncian que la temporada de ácaros ya está aquí. Muchos lo sabemos por experiencia. Otros padecerán estos síntomas por primera vez.
En España, somos casi dos millones los alérgicos a los ácaros. Y en otoño, la temperatura y la humedad son las mejores para que estos arácnidos prosperen.
“Es característico que en estos meses los alérgicos a ácaros comiencen a manifestar los primeros síntomas de esta enfermedad, o bien éstos se presenten con más frecuencia que en verano o primavera”, explica el doctor Tomás Chivato, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Los ácaros son el primer desencadenante de asma alérgica, el 53% de los casos, y el segundo de rinitis, el 39% de los casos.
“Los estudios epidemiológicos llevados a cabo en España estiman una prevalencia de alérgicos en torno al 21-22% de la población general, y de ellos, un 25% de alérgicos afectados por alergia a ácaros, lo que arroja una prevalencia en torno al 5,1% de la población general, con amplias diferencias regionales, reflejo de las diferencias regionales del ecosistema acarino”, explica el doctor Ignacio Jáuregui, médico adjunto del Servicio de Alergia del Hospital de Basurto en Bilbao.
Por lo general, los primeros síntomas de la alergia a los ácaros –congestión nasal, estornudos, asma y enrojecimiento de la piel- suelen comenzar a durante los primeros cinco años de vida, aunque puede presentarse a cualquier edad.
Según explica este especialista, “la predisposición genética es un condicionamiento fundamental para la susceptibilidad a padecer enfermedades alérgicas respiratorias, que, sin embargo, podrían no llegar a manifestarse, en ausencia de exposición a alérgenos ambientales como los ácaros. Está establecido que a mayor exposición alergénica en los primeros años de vida, existe más probabilidad de sensibilización y de desarrollo de asma alérgica, rinitis y dermatitis atópica”.
Peor en la costa
Aunque los ácaros de polvo doméstico están en todos lados, hay grandes diferencias en el número de ácaros en las distintas lugares y estaciones.
La humedad condiciona el número de ácaros capaces de vivir en una casa, mientras que la temperatura decide el tiempo necesario para completar su ciclo vital. El desarrollo óptimo de los ácaros se produce a temperaturas de 20-25° con una humedad relativa de 75%. Por debajo del 65% de humedad relativa no se observan poblaciones viables, y por debajo del 45% los ácaros desaparecen del todo. “El clima de Canarias, con alta humedad ambiental y temperatura constante (25-28º) favorece el crecimiento de estos microorganismos. Igual ocurre en toda la zona costera, el norte, la cornisa cantábrica, Galicia y Levante”, añade el doctor Chivato.
Los porcentajes de sensibilización a ácaros entre los pacientes alérgicos varían por comunidades. Según el estudio Alergológica 2005, elaborado por la SEAIC, el 73% de pacientes con rinoconjuntivitis alérgica en Canarias son alérgicos a ácaros; seguido por el País Vasco (62%); Asturias (60%); Galicia (55%); Cataluña (48%); Baleares (50%); Valencia (44%) y región Sur (25-38%). En la zona centro, con un clima seco y mayores oscilaciones de temperatura, su supervivencia es más difícil y la prevalencia de alergia a ácaros más baja. Así, el porcentaje en Aragón y Castilla-La Mancha es del 7% y el 29% en Castilla-León para pacientes con rinitis y/o asma. Por otra parte, Alergológica 2005 también recoge que la alergia a ácaros afecta al 42% de los niños menores de 14 años afectos de rinitis y/o asma bronquial en España
Atacar en tres frentes
El polvo de casa es la fuente principal de alérgenos de interior. Éste se compone de materia inorgánica y orgánica, como fibras, restos vegetales, esporas de hongos, bacterias, pólenes, epitelios de mamíferos, proteínas de cucarachas y ácaros microscópicos- detalla el presidente de la SEAIC. Está establecido que los ácaros son los alérgenos más potentes del polvo doméstico, demostrado en la correlación entre la alergenicidad del polvo y su contenido en ácaros.
La lucha contra la alergia a ácaros se basa en tres pilares fundamentales. El principal, las medidas de control ambiental dirigidas, por un lado, a reducir las poblaciones de ácaros (disminuyendo la humedad relativa y la temperatura), y por otro lado, a aislar, eliminar, desnaturalizar o inactivar sus alérgenos. “Estas medidas de control ambiental constituyen hoy en día uno de los tres pilares fundamentales del manejo de la alergia a ácaros, sumado al tratamiento farmacológico y a la administración de inmunoterapia con extractos hiposensibilizantes (vacunas alergénicas)”, indica el doctor Jáuregui.
“Existen además unas recomendaciones que pueden contribuir a mejorar notablemente los resultados del tratamiento instaurado, -comenta el presidente– porque evitan el crecimiento de este tipo de ácaros: evitar la humedad en la vivienda y mantenerla limpia, de forma especial en el dormitorio del enfermo. Favorecer la luz solar, evitar peluches, moquetas, alfombras, y otros objetos que acumulan polvo. Usar aspiradoras de alta eficacia, lavar la ropa a alta temperatura, etc.”
Otoño es temporada de ácaros, unos minúsculos animalitos que suelen vivir en colchones, almohadas y sofás y que pueden provocarnos estornudos, congestión, ataques de asma y otros problemas. Por eso, lo mejor es evitarlos, especialmente en el dormitorio, siguiendo estos consejos:
- Evita alfombras, moquetas, muebles tapizados y paredes enteladas.
- Evita las cortinas, si no puedes, lávalas frecuentemente.
- No guardes libros y papeles.
- Evita que entren animales.
- Evita los peluches y muñecos de paño.
- Manten las superficies despejadas, para facilitar su limpieza con un paño húmedo.
- No barras, aspira, si es posible, empleando un aparato con filtros especiales.
- Usa colchones de espuma o muelles, nunca de lana.
- No uses almohadas de plumas o lana.
- Evita las mantas de lana y los edredones de plumas.
- Lava frecuentemente la ropa de cama, y si es posible también la almohada, a 60º.
- Aspira el colchón frecuentemente.
- Usa fundas anti ácaros en colchones y almohadas.
- Usa aparatos deshumidificadores y sprays acaricidas.
- Limpia frecuentemente los filtros de equipos de aire acondicionado y aparatos deshumidificadores.
Recuerda que el dormitorio de la persona alérgica a los ácaros es la habitación donde hay que tener más cuidado.
Cómo eliminar los ácaros de los peluches
Los niños adoran a los peluches y los ácaros del polvo también. Y eso es un gran problema para los padres de los niños alérgicos a los ácaros. Afortunadamente, hay un método para eliminar fácilmente los ácaros de los peluches.
Lo recomienda el doctor Clifford Bassett, que encabeza el comité de educación de la American Academy of Allergy, Asthma, and Immunology (AAAAI):
Mete al peluche en una bolsa para congelar alimentos y ponlo en el freezer entre tres y cinco horas por semana.
Matarás así a los ácaros.
Pero si vas a comprar otros juguetes de este tipo, busca alguno que sea lavable.
O mejor, aún, plantéate comprar peluches certificados para niños alérgicos y asmáticos. Son lavables y contienen menos alergenos.
El consejo del doctor Clifford Bassett apareció en U.S. News & World Report y fue recogido en la web de AAAAI.
En plena temporada de ácaros, muchas personas sufren alergia por primera vez y se plantean estas preguntas:
- ¿Qué son los ácaros
- ¿Dónde viven los ácaros?
- ¿Qué comen los ácaros
- ¿Cómo controlar a los ácaros?
- ¿Puede los ácaros provocar alergia y asma?
Las respuestas a éstas y otras muchas preguntas en un tutorial de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (en español).
todoalegias.com