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Científicos británicos trabajan en un prometedor líquido que regenera el diente picado sin necesidad de perforar ni rellenar
Si hay alguien a quien los niños, y no tan niños, tienen más miedo que al «coco» ese es el dentista. Sobre todo cuando el taladro está de por medio. Solo el ruido de la herramienta ya pone a muchos de los nervios. Pero esta desagradable práctica puede tener los días contados.
Investigadores de la Universidad de Leeds han descubierto un tratamiento que, según aseguran sus creadores, acaba con las caries y reconstruye el diente de forma natural e indolora.
La caries comienza cuando el ácido producido por la placa disuelve el mineral de los dientes, causando agujeros microscópicos que van aumentando en tamaño y número. Finalmente, el diente dañado tiene que ser perforado y rellenado, o incluso extraído.
El miedo al dolor hace que muchos pacientes no vayan al dentista cuando notan dolores o detectan alguna pequeña caries en su dentadura. Ignorarlo no frena su desarrollo y al final tenemos que enfrentarnos a un tratamiento más complejo y molesto que en un principio.
Para evitar estas situaciones, los investigadores de la Universidad de Leeds han desarrollado un revolucionario fluido, a base de un tipo de un péptido, que se aplica en la superficie de los dientes para tratar los primeros signos de la caries. Esta tecnología, basada en la formación natural del diente, estimula la regeneración de la pieza defectuosa.
«Esto suena demasiado bien para ser verdad, pero nosotros lo que hacemos, básicamente, es ayudar a los dientes a autoregenerarse. Es un proceso reparador no quirúrgico, totalmente natural e indoloro», asegura la profesora Jennifer Kirkham, que ha liderado el desarrollo de esta nueva técnica en el Instituto Dental de la Universidad de Leeds.
Cómo actúa
El líquido «mágico», como lo denominan sus creadores, ha sido diseñado por científicos de la Facultad de Químicas de la misma universidad. Contiene un péptido conocido como P 11-4 que, bajo ciertas condiciones, se ensambla entre las fibras. En la práctica, el líquido, en contacto con el diente, se convierte en un gel que, fijado como un «andamio», atrae el calcio y remineraliza la pieza dental desde el interior, de forma natural.
Este tratamiento ha sido probado recientemente en un pequeño grupo de adultos que presentaban los primeros síntomas de la caries. Los resultados de este pequeño ensayo han revelado que el péptido P 11-4 puede revertir el daño y regenerar el tejido del diente.
«Los resultados de nuestros tests son muy prometedores», afirma el profesor Paul Brunton, que supervisa las pruebas con pacientes. En este sentido, el investigador señala que, si estos resultados se pueden repetir en un grupo de pacientes más grande, «en dos o tres años esta técnica estará disponible en las consultas de los dentistas».
Un tratamiento que, si sale adelante, acabaría con el vínculo entre dentista y dolor y permitiría a los pacientes mantener sus dientes naturales.