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Análisis de la Samsung doble LCD (TL 220/225) (ST 500/550)
Posiblemente a ninguna otra marca se le había ocurrido dotar a una cámara con dos pantallas TFT/LCD, una frontal (la novedad de la ST550 O SERIE TL SEGUN EL PAIS ) y la convencional trasera, que en este caso también sorprende por el gran tamaño y la poderosa resolución. Puede parecer innecesaria la pantalla TFT/LCD delantera, pero hoy en día mucha gente desea hacerse autorretratos (solos o en compañía, incluso con paisaje de fondo), sin tener que recurrir a terceras personas, saliendo uno mismo en la fotografía, sin posteriores ediciones de las imágenes en el ordenador, y con este elemento independiente, no con una pantalla posterior articulada, que aumenta las dimensiones de la máquina y no así las de la propia pantalla. Samsung ha considerado esta opción, y considero que no es desacertada, produciéndose un aliciente para el mercado de los amantes del gadget multimedia… cada vez una cámara digital va siendo más autosuficiente, a la vez que más fácil e intuitiva de utilizar.
El cuerpo de la Samsung ST550 está realizado casi por completo en metal, disponible en tono negro en combinación con otros varios colores, muy robusto y finamente acabado, de dimensiones/peso contenidas (99,8×59,8×18,6 mm, y 165,7 g, sin accesorios). El frontal lo protagoniza el magnífico zoom Schneider-Kruznach, el LED de iluminación AF/autodisparador, la unidad de flash integrado, y la pantalla TFT/LCD de color de 1,5″ y 61 KP (no visible cuando está apagada). La parte trasera queda ocupada en su totalidad por la gran pantalla táctil TFT/LCD WVGA de color (3,5″ y 1,2 GP), la de mayor tamaño/resolución del mercado (por ahora). La zona superior dispone del micrófono de sonido, el botón de encendido/apagado (con iluminación circular en tono azul), el suave botón del disparador, el balancín de control del zoom, el pulsador para pasar la cámara a modo de visualización de imágenes/vídeo, y un pequeño LED indicador del funcionamiento de la electrónica. La parte inferior la compone la tapa abisagrada (con seguro de cierre) que protege la batería y la tarjeta de memoria externa, la rosca para el trípode, y el conector especial para alimentación (y entrada/salida de datos, USB 2.0). El altavoz monofónico queda situado en el lateral izquierdo, mientras que en el derecho está el anclaje para la correa de muñeca de la cámara.
En el mundo del gadget se va imponiendo la moda de la pantalla táctil, con sus defensores y detractores. Samsung conoce muy bien esta tecnología, y en sus cámaras digitales la ha perfeccionado de forma notable. Este modelo ST550 viene dotado con una pantalla táctil de grandes dimensiones (3,5″), impresionante resolución (1,2 GP), y sensibilidad casi impecable. El dedo basta y sobra para gobernar esta central de control, sin tener que presionar la superficie de la pantalla, simplemente rozarla. Las opciones de ajuste están racionalmente presentadas en 3 pantallas secuenciales que, una vez habituados a este sistema, se maneja con suma rapidez, y con ausencia de errores. Lejos queda la etapa del complejo sistema “Smart Touch” de modelos anteriores, con botones que bordeaban la pantalla en forma de coordenadas (ejes X/Y), para dar paso a este método mucho más coherente. La única precaución es colocar un buen protector de pantalla, para evitar posibles rozaduras, y una funda para guardar la cámara adecuadamente, aunque de serie ya viene con una sumamente simple y eficaz, todo un ejemplo a seguir por la mayoría de los fabricantes, que no facilitan este elemento tan importante para el usuario.
El objetivo es un Schneider-Kruznach Varioplan de 27-124,2 mm (F3,5-F5,9, cierre máximo F9,1-F15,3). El funcionamiento es rápido, suave, y silencioso. Su calidad está fuera de toda duda, siendo una de las marcas de alto nivel en su segmento, a la cual recurre Samsung cuando quiere dar un toque mágico a algunos de sus modelos. Dispone del sistema de estabilización óptica O.I.S. (Optical Image Stabilization). El macro es operativo desde los 5 cm hasta los 80 cm en gran angular, y desde 50 cm a 80 cm en tele, en AutoMacro hasta infinito en ambos casos, y en SuperMacro de 3 cm a 8 cm. El enfoque AF es bastante eficaz (TTL por detección de contraste), acompañado de una lámpara auxiliar para los casos de bajas luces ambientales. Incluso con cristales gruesos por medio o zonas reflectantes, la precisión del sistema AF cumple bien con su cometido. No hay modo manual de enfoque, ni siquiera el punto fijo a infinito, sólo el AF ajustable a: “AF Multi”, “AF Central”, “AF Detector Facial” (con reconocimiento inteligente de rostros, memorizando hasta 20 caras distintas), y “AF Touch” (se puede elegir el punto exacto de enfoque de forma táctil en la pantalla).
El sensor es un CCD de 12 MP reales (4000×3000 píxeles), y 1/2,33″ (densidad de 43 MP/cm2), con filtro estándar RGB. La sensibilidad va de 80 a 3200 ISO, a la máxima resolución. El sistema de estabilización óptico “OIS” de imagen se puede complementar con el digital “DIS” (que controla las sensibilidades altas ISO), activables/desactivables ambos, por separado o conjuntamente, y a voluntad del usuario. El rango de velocidades de obturación es de 1/2000 a 8 segundos. El Balance de Blancos es muy efectivo en automático, disponiendo también de ajustes manuales (6 en total). La Compensación EV es de +/- 2 EV (con puntos de 1/3 EV). La exposición puede ser matricial, ponderada central, puntual, o reconocimiento facial (reconocimiento inteligente de rostros). Lleva diversos efectos y estilos: Normal, Suave, Intensa, Bosque, Retro, Frío, Calma, Clásico, Negativo, y RVA/RGB personalizable. También se puede ajustar: Nitidez, Contraste, y Saturación. El disparo puede ser: Individual, Continuo, AEB, y Captura Movimiento. Existe una opción ACB para controlar las tomas a contraluz. El disparador automático ofrece las posibilidades: 10 seg., 25 seg., doble (10 seg., 25 seg.), y otro a 2 o 6 segundos sobre el primero elegido.
La ST550 dispone de los siguientes modos de funcionamiento: “P” (Programado), “Auto” (Automático Total), “Smart” (Automático Inteligente), “Vídeo” (máximo, en HD), “SCENE” (13 programas específicos), y “Dual” (activación de los dos modos de estabilización de imagen, “OIS”+”DIS”). La grabación de las imágenes y/o sonido se efectúa en la propia memoria interna de 55 MB, o bien en tarjetas de memoria externas MicroSD (hasta 4 GB), en formato JPEG/Exif 2.21 (8 tamaños, y 3 niveles de calidad/compresión). El vídeo lo graba en formato MPEG4 (también H.264, y MJPEG), con una máxima resolución de 1280×720 píxeles y 30 fps (HD), con sonido monofónico (formato AAC). Se puede utilizar por completo el zoom óptico durante la grabación de los vídeos, detalle importante y no muy habitual en cámaras compactas. Hay diversas funciones de edición de imagen en la propia cámara (foto fija y vídeo). La ST550 dispone de un sensor de movimiento, lo que permite visualizar las imágenes capturadas simplemente agitando la cámara en horizontal o en vertical. El borrado de la imagen no es definitiva en primera instancia, contando con una “papelera de reciclaje” que permite recuperar un borrado eventual de alguna de ellas.
La alimentación es mediante una batería recargable de litio Samsung SLB-07A, de 3,7 v y 720 mAh, que otorga una correcta autonomía energética a esta cámara. El flash emergente incorporado (6 opciones de ajuste) se muestra demasiado potente en distancias cortas/medias (con una ligera sobreexposición en los planos cortos), mientras que en escenas completamente oscuras es elogiable el comportamiento de esta pequeña unidad de iluminación. La cobertura está entre 0,2 a 3,4 m en gran angular, y de 0,5 a 2 m en tele, en ambos casos con ISO Automático. No hay zapata para unidad externa de flash. El tiempo de recarga es de 4 segundos (con la batería bien cargada).
En la prueba dinámica de la ST550 he podido comprobar un funcionamiento bastante equilibrado en general. Hasta los 400 ISO toda va muy bien. A 800 ISO se aprecia ligeramente ruido en la imagen en zonas oscuras y densas, pero contenido. A 1600 ISO el ruido es más apreciable principalmente en las zonas densas y oscuras. A 3200 ISO la fotografía evidencia un ruido abundante, además de un procesamiento agresivo de la imagen, por lo que no es recomendable utilizar la cámara a la máxima sensibilidad disponible. Para tener un sensor convencional de elevada resolución, y tamaño relativamente pequeño, la ST550 se comporta bastante bien hasta los 400/800 ISO, mientras que no es recomendable usar valores mayores a los citados. A nivel de telemetría y fotometría esta cámara es muy precisa, sobre todo con ajustes en modo “puntual”. El balance de blancos igualmente ofrece un buen equilibrio cromático, bastante fiel a la realidad. La nitidez es correcta, así como la amplitud del rango dinámico. Sólo el flash desentona un poco en condiciones normales, en distancias cortas y medias, como ya he indicado en el apartado dedicado al mismo. Sin duda alguna, Samsung sabe hacer buenas cámaras digitales, dotándolas de innovaciones técnicas interesantes, con acabados elegantes, y todo ello a un precio muy razonable (PVP oficial de 349 euros).
Via: www.deparvis.com