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Científica escocesa analiza la diversidad de traseros femeninos
Probará infinidad de telas, diseños, colores en una variedad de modelos voluntarias. Al final se sabrá a ciencia cierta cómo mejorar su aspecto.
Por años, los hombres han sabido fingir sordera cuando se les lanza la incontestable pregunta: «¿Se ve muy grande mi trasero con esta ropa?».
Pero luego de que una investigadora escocesa lleve su idea a término podrán responder en forma bastante sofisticada.
Lisa Macintyre, de la Universidad de Heriot-Watt en Edinburgo, Escocia, está llevando a cabo una investigación sobre los traseros femeninos.
Ella está convencida de que será el primer estudio científico sobre la forma cómo la vestimenta puede afectar el aspecto posterior de una dama.
Macintyre, de la escuela de diseño textil, se ha especializado en telas para el uso médico. Su tesis de doctorado trató de los tejidos elásticos y la cicatrización.
Tras la autoestima
Cree que su último proyecto de investigación podría tener importantes repercusiones en el mundo del diseño y la venta al detalle. El proyecto implica fotografiar mujeres voluntarias que se pondrán cientos de diferentes modelos.
Un comité deberá pronunciarse sobre cuál tenida consigue que un trasero se vea mayor o menor.
El estudio evaluará cómo diferentes diseños, colores, cortes y tipos de tela pueden afectar la percepción que se tiene del posterior femenino.
La doctora Macintyre, de 33 años, dijo que han elegido cuatro modelos de trasero como los más representativos.
Uno tiene una caída desde la espalda bastante normal, mientras que otro entra en esa plenitud más contundente de la pintura pre Rafaelista.
El tercero es delgado y pequeño, recordando talvez a Kylie Minogue, la ex ganadora del «trasero del año», mientras que otra tiene uno más curvilíneo, como el de Jennifer López, la actriz y cantante.
La doctora Macintyre dijo: «Mucho se discute en los medios sobre los estilos de ropas que halagan el cuerpo, y en general se acepta que mejorar la percepción que se tiene del cuerpo puede mejorar la confianza en sí mismo y la autoestima, pero los factores que están detrás de todo eso jamás se han investigado a fondo, con el método científico». Agrega:
«Ni los diseñadores ni las compradoras tienen acceso a información segura que las pueda llevar a escoger aquellas prendas que en realidad mejoren el tamaño y la forma del cuerpo».
Como primer resultado, la doctora Macintyre promete entregar un adelanto de cómo los distintos estilos de pantalones afectan la apariencia del tamaño del trasero. Esto podría salir a la luz en mayo.
Shakespeare dijo
Las mujeres, claro, ya tienen sus teorías sobre esta materia. Algunas prefieren los jeans hiperajustados y otros apuestan por los cortes más sueltos y los más audaces estampados.
William Shakespeare probablemente lo dijo mejor cuando escribió en Hamlet: «Existe una divinidad que nuestro final modela, saber cómo lo hacemos nosotros es un problema».
Capaz que haya tenido otro asunto en mente.
El trasero femenino ha sido el foco de atención de los diseñadores desde el siglo 19, cuando el polisón lo enaltaba y exageraba su forma.
En los 1940 y 1950 Betty Grable, Marilyn Monroe y Jane Russell le comunicaron al mundo una visión posterior más redonda y rellena.
La tendencia contemporánea ha sido hacia la forma sin mucha sustancia, para mal de las mujeres de tamaño mayor.
Pero si el trabajo de la doctora rinde frutos, todas las mujeres podrán sacarles el mejor partido a sus riquezas naturales.
La doctora postulará luego a un «grant» gubernamental para profundizar su estudio
Nigel Hawkes
elmercurio.com