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Crean un robot para que los futuros dentistas aprendan su oficio
Hanako se queja, deja los ojos en blanco y mueve las mandíbulas si se le hace daño, de forma casi humana.
Un equipo de ingenieros de la Universidad de Showa, en Tokio, ha creado un robot humanoide destinado a servir de “conejillo de indias” en las prácticas de los aprendices de dentista. De aspecto femenino y bautizado como Hanako, este robot es capaz de mover la cabeza, salivar e incluso quejarse si los estudiantes de prácticas le hacen daño en la boca. Los ingenieros señalan que su uso mejorará la preparación de los dentistas, que podrán equivocarse todas las veces que haga falta sin hacer daño a nadie.
n equipo de ingenieros de la Universidad de Showa, en Tokio, ha creado un robot de aspecto humano que se someterá a las pruebas de los estudiantes que se preparan para ser dentistas.
El robot se presta alegremente a servir como conejillo de indias para que los dentistas de prácticas prueben técnicas y apliquen tratamientos, y es capaz de expresar dolor, poner los ojos en blanco e incluso generar saliva como un paciente real, publica la revista Physorg. Recientemente, el robot, de aspecto femenino y bautizado como “Hanako”, fue presentado en Tokio, donde se sometió a diversos tratamientos dentales saludando y pidiendo por favor que se le atendiera.
Expresión del dolor
El estado de humor de Hanako es, sin embargo, cambiante, y puede modificarse rápidamente si las personas que le están trasteando en la boca le hacen daño o actúan de forma brusca. En ese caso, Hanako dice: “duele”, y comienza a mover su cabeza de plástico.
Los estudiantes podrán, gracias a este robot, practicar como dentistas y desarrollar sus habilidades antes de tratar a personas reales. Asimismo, el robot servirá para evaluar los avances de los estudiantes.
En la demostración, realizada bajo la atenta mirada de un instructor, un inexperto dentista pudo reaccionar y cambiar de estrategia para su tratamiento, gracias a los mensajes emitidos por Hanako.
Para aumentar el realismo del dispositivo, el robot puede, además de mover los ojos, mover sus párpados, su mandíbula y su lengua. Asimismo, es capaz de soltar un líquido que parece saliva y relajar lentamente los músculos de su mandíbula para imitar las muestras de fatiga o cansancio de un paciente real.
Hanako ha sido desarrollado en la Universidad de Showa por un equipo de investigadores dirigidos por un pionero creador de robots humanoides llamado Atsuo Takanishi.
Takanishi es profesor del departamento de ingeniería mecánica de la Universidad de Waseda, en Japón, y del HRI (Instituto de Robótica Humanoide) de dicha Universidad. Su trabajo actual está relacionado con los robots humanoides y los cyborgs (organismos cibernéticos que combinan máquinas y seres vivos).
Según publicó la revista Autonomic Robots, entre sus logros están el robot Hadaly-2, fabricado para interactuar con humanos e intercambiar información con ellos mediante técnicas de reconocimiento de la voz y del comportamiento gestual, y el robot WABIAN, que presenta una configuración completamente humana y que es capaz de caminar con dos piernas y llevar cosas. La tecnología de este robot le permite, además, interactuar con los humanos en el entorno de los hogares.
Por otro lado, el equipo de ingenieros liderado por Takanishi también había creado antes de Hanoko series de robots que simulan mecánicamente la masticación humana (con el fin de clarificar ciertas hipótesis de la odontología sobre sus movimientos); series de robots que abren y cierran la mandíbula, y robots capaces de tener comportamientos “emocionales”.
Errores sin consecuencias
Años de trabajo y de acumulación de conocimientos sobre robótica han servido, por tanto, para el desarrollo de Hanako, cuyo precio de venta aún no se ha hecho público.
En Japón ya se usan robots humanoides para el desempeño de diversas tareas, desde la de recepcionista hasta la de modelo fotográfico, pero el campo de los robots-pacientes aún no está muy desarrollado.
Hanako es el primer robot de Japón y de todo el mundo utilizado para la evaluación a gran escala de las habilidades de los aprendices de dentista. De hecho, en este mes 88 estudiantes han realizado ya exámenes sobre sus conocimientos utilizando a Hanako.
Según los encargados del proyecto, la utilización de un robot humanoide con estos fines supone un gran avance con respecto al método tradicional de enseñanza, preparación y evaluación de jóvenes dentistas.
Hasta ahora, el sistema de aprendizaje ha consistido en que los aprendices vean a los médicos expertos actuar, tomen nota de lo que éstos hacen y después traten de imitarlos. Para las prácticas, se suelen utilizar cabezas de maniquí simples, cuyo aspecto es de mero objeto, poco realista.
El método del robot resulta más seguro y eficaz para aprender, afirman los ingenieros, y permite que los estudiantes puedan cometer muchos errores sin que haya consecuencias.
En los últimos tiempos, cada vez se hace más patente la utilidad de la robótica en el ámbito de la salud. En Tendencias21 hemos dado diversos ejemplos del éxito de la combinación de las máquinas y la medicina.
Así, por ejemplo, en 2004 hablamos de la creación de una cápsula robot destinada a la exploración del interior del cuerpo humano y que se ingiere como una medicina, y que permite diagnosticar enfermedades situadas en sitios inaccesibles.
También hemos hablado de la creación de robots destinados a cuidar a personas mayores y a ayudarlas en tareas como darles la mano para andar u oír lo que necesitan, y de robots capaces de relacionarse con niños autistas, mediante el registro de ciertas características fisiológicas de éstos y de su interpretación utilizando modelos matemáticos.