Los últimos descubrimientos sobre escualos los hacen aún más fascinantes, En ABC.es han publicado Tiburones del mito al asombro y me ha parecido muy interesante emular este post ya que este animal causa mucha polémica en la opinión publica. Existen más de 400 especies diversas y únicas de tiburones. De todas ellas, la mitad miden entre 15 y 91 centímetros de longitud; y más del 80% de todos los tiburones son más pequeños que los seres humanos. Menos del 5% de ellos son de tamaño gigante como el tiburón blanco, el tiburón ballena y el peregrino, que pueden crecer entre 3,60 y 13,70 metros.
- Los primeros tiburones existieron antes que los primeros árboles.
- Un tiburón puede detectar el latido de un pez a un metro de distancia.
- Los tiburones no tienen huesos.
- Los tiburones pueden llegar a tener 30.000 dientes durante toda su vida.
- Un ejemplar de gran tiburón blanco puede llegar a pesar lo mismo que 15 gorilas.
- Los tiburones pueden permanecer sin comer durante 6 semanas.
¿Qué hago si me ataca un tiburón?
DAVID LOH
Bañistas nadan junto a un tiburón ballena en la costa de Tan-awan, en Oslob, isla filipina de Cebu
Cada año se produce un número determinado de ataques de tiburones a bañistas. Aunque son poco frecuentes, suelen ir acompañados de una gran publicidad, lo que hace que se extienda un miedo injustificado a estos animales. Cuando ocurren, hay quien culpa a los bañistas por no ser todo lo prevenidos que deberían, o a las autoridades, por no acotar ciertas zonas de playa. La pesca incontrolada y la comida que lanzan los turistas desde los barcos también pueden alterar la vida normal de estos animales.
Sea así o no, evitar el ataque de un tiburón empieza por escoger muy bien el lugar donde uno quiere darse un chapuzón. Nada de bañarse en sus santuarios, los lugares plagados de bancos de peces u otras presas de las que se alimentan. Tampoco hay que hacerlo al amanecer ni al atardecer, cuando ellos comen. Es conveniente nadar en grupo, para aparentar ser un animal grande que le imponga. Y, desde luego, no se debe entrar en el agua con una herida sangrante que despierte sus instintos.
Otro buen consejo es nadar en aguas claras, en las que puedas ver sin problemas todo lo que se mueve a tu alrededor y no llevarte desagradables sorpresas. Si te pones un traje de neopreno, que sea discreto; los brillos pueden hacerte pasar por un pez. Si estás buceando, no subas a la superficie y mantente a la misma altura del tiburón o por debajo (sí, es fácil decirlo). En la superficie, es mejor conservar la sangre fría y quedarse quieto y tranquilo, sin chapotear. La intención es pasar desapercibido. Si el ataque es inminente, un buen golpe en los ojos o en la nariz pueden hacerle desistir y regresar por donde ha venido.
El más grande y el más temible
Archivo
Ilustración del impresionante megalodón, que podía llegar a medir 20 metros
El megalodón fue el tiburón más grande que haya existido jamás. Podía llegar a medir 20 metros y pesar 100 toneladas. Considerado el mayor depredador marino de todos los tiempos, vivió en las aguas de todos los océanos desde hace 20 millones de años (en el Mioceno) hasta hace 2 millones de años (Plioceno). Por el tipo de dientes que poseía sabemos que se alimentaba de grandes presas, como ballenas, delfines, focas u otros mamíferos marinos; también consumía grandes peces y tortugas.
Las pruebas del registro fósil demuestran que los ejemplares pequeños eran más frecuentes en las zonas costeras, generalmente elegidas como zonas de reproducción por contar con abundante alimento, y los grandes habitaban las aguas abiertas y alejadas de la costa.
Esta semana, científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) anunciaban el descubrimiento en Canarias de fósiles de este antiguo «monstruo» marino.
Ven el mundo en blanco y negro
Tiburón blanco
Los tiburones son incapaces de distinguir los colores, según un estudio realizado por investigadores australianos. Ven el mundo en tonos grises, y quizás algunos atisban el verde. La visión monocromática es muy rara entre las especies terrestres, porque el color es una herramienta para la supervivencia en estos hábitats. Sin embargo, es menos importante en el medio marino, donde los colores son filtrados en las profundidades y la supervivencia depende más de distinguir los contrastes, para determinar si una forma en la penumbra es una presa o un depredador.
El estudio podría ayudar a prevenir ataques de tiburones a seres humanos gracias al diseño de trajes de baño y de embarcaciones que les llamen menos la atención.
Tiburones que caminan
Conservation international
El tiburón Hemiscyllium Halmahera
Existen varias especies de tiburones «caminantes». La última, el Hemiscyllium Halmahera, ha sido descubierto frente a la costa de la remota isla de Halmahera, en Indonesia. El inofensivo escualo de 68 cm de longitud consigue avanzar en contacto con el fondo marino gracias al movimiento de sus aletas como remos. Esta actividad podría ser una adaptación a la vida en los arrecifes de coral, para poder colarse entre las grietas en busca de refugio o de comida, como pequeños peces e invertebrados. Otras muchas extrañas especies de peces también parecen caminar, como el pez sapo.
El tiburón cíclope
La foto es real y fue publicada por National Geographic. Se trata de un extraño feto de tiburón de unos 56 centímetros de largo, descubierto en las entrañas de su madre tras ser capturada por unos pescadores en aguas del Golfo de California. El feto tiene un solo ojo gigantesco en la parte delantera de su cabeza por una condición congénita llamada ciclopía, que se produce en varias especies animales, incluyendo los seres humanos.Biólogos del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas de La Paz, en México, estudiaron el feto para confirmar que se trataba de un tiburón cíclope. Los tiburones cíclopes habían sido documentados con anterioridad, pero ninguno había sido capturado. Los investigadores creen que no son capaces de sobrevivir mucho tiempo en la naturaleza.
Pueden matar a coletazos
PLoS ONE
Tiburón zorro junto a un banco de peces
El tiburón zorro (Alopias pelagicus), un escualo de 3 metros de largo que habita las aguas del Índico y el Pacífico, exhibe una eficaz estrategia de caza que le permite obtener varias piezas de un solo intento. El animal aturde y mata a sus presas con su larga cola, que utiliza como si fuera un látigo, a una velocidad de 24 metros por segundo. Con un golpetazo semejante, sus víctimas -sardinas u otros pequeños peces- mueren o quedan tan atontadas que son incapaces de escapar de las intenciones del depredador. Con esta técnica, el tiburón zorro consigue matar hasta siete peces a la vez.
Son capaces de tragarse un oso polar
El tiburón de Groenlandia
El tiburón de Groenlandia (Somniosus microcefalus), vive en el norte del Océano Atlántico y el Glaciar Ártico (alrededor de las costas de Groenlandia e Islandia). Es una de las especies más grandes de esta familia -alcanza hasta siete metros de longitud- y puede nadar a profundidades abisales. Se alimenta principalmente de peces, calamares y mamíferos marinos como focas y morsas, incluso de osos polares. Científicos que han examinado los estómagos de algunos ejemplares han encontrado sus huesos.
El hombre es su mayor amenaza. Tradicionalmente han sido pescados por los habitantes de Islandia y Groenlandia, que fabrican botas con su piel y convierten sus dientes en herramientas de corte.
El primer tiburón híbrido del mundo
AFP
Ejemplar de tiburón híbrido
Científicos hallaron en aguas de Australia los primeros tiburones híbridos del mundo, una especie «intermedia» aparentemente mejor dotada para adaptarse al cambio climático. Son el resultado del apareamiento entre un tiburón de puntas negras australiano (Carcharhinus tilstoni) y un tiburón de puntas negras común (Carcharhinus limbatus), ambos inofensivos para el hombre.
La mezcla híbrida entre estas dos especies relacionadas pero genéticamente distintas podría compararse a las mulas, descendientes de los caballos y los burros. Sin embargo, a diferencia de estos equinos, los escualos híbridos australianos pueden procrear.
La apariencia física de un tiburón híbrido es similar a la de sus progenitores, pero tiene «marcas genéticas» o diferencias en el número de vértebras y en el tamaño. Si bien se conoce poco sobre las características de los tiburones híbridos, lo que sí han confirmado los científicos es que son capaces de nadar en aguas más frías, lo que supone una expansión en el rango de la tolerancia de estos animales a la temperatura.
Entre las 400 especies de tiburones que habitan el planeta, 180 de ellas surca aguas australianas.
Aprenden de los más listos
Tiburón limón
Los tiburones limón (Negaprion brevirostris) aprenden de sus congéneres más avanzados. Un grupo de investigadores entrenó a unos escualos para que realizaran una tarea. Una vez aprendida, los reunieron con ejemplares que no habían recibido indicación alguna. Desde el primer momento, observaron cómo los «no entrenados» mostraban mucho interés en el comportamiento de los otros. «Cuando un tiburón comienza a nadar en círculo y de manera agitada al alimentarse es frecuente que el resto de individuos comience a hacer lo mismo muy rápidamente. Los tiburones migran grandes distancias y tal vez por eso el aprendizaje juega un papel en su contexto social», señala Tristan Guttridge, de la Universidad de Miami.
Devora a sus hermanos antes de nacer
Tiburón toro
Los embriones de tiburón toro (Carcharias taurus, 2,5 metros de longitud) se canibalizan entre ellos, de forma que el mayor se come a todos sus hermanos menos a uno, los únicos que finalmente llegan a nacer. Los científicos creen que esta «carnicería» dentro del útero es una estrategia competitiva con la que los machos tratan de asegurar su paternidad. De esta forma, solo los genes de un padre siguen siendo dominantes aunque las hembras se apareen con múltiples parejas. Al final, el macho perdedor solo ha proporcionado, sin quererlo, alimentos para el hijo del macho rival. Además, los bebés que nacen tiene un metro de longitud, más grandes que los de otras especies de tiburones, lo que aumenta sus posibilidades de supervivencia.
Los humanos representan una amenaza mucho mayor para los tiburones de lo que ellos lo son para nosotros: la sobreexplotación, el corte de aletas (finning) y la destrucción de su hábitat representan un daño real para las poblaciones de tiburones. La cantidad de tiburones ha disminuido en un 89% durante las últimas dos décadas.