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Destinos turísticos con una huella misteriosa, tenebrosa y fantasmagórica
Desde Estados Unidos hasta el lejano oriente, hay sitios macabros a los que sólo los valientes entran. Castillos, islas y bosques son parte de estos tétricos sitios. La mayoría de las personas gustan de viajar a destinos turísticos tranquilos y con una historia apasionante. Sin embargo, existen otros lugares en donde el tiempo dejó una huella misteriosa, tenebrosa y fantasmagórica, en la que sólo los más valientes se atreven a visitar.
Te presentamos diez de estos sitios, recopilados por las páginas de internet, en donde el terror es la atracción principal.
Castillo de Machecoul. Fue propiedad del marqués Gilles de Rais, quien en el siglo XV, junto a Juana de Arco, peleó en contra de los ingleses por defender las tierras francesas.
El marques asesinó a cientos de niños y realizaba actos ritos siniestros con su sangre.
Luego de una ardua investigación sobre las desapariciones por parte del duque de Bretaña, Rais se declaró culpable del asesinato de más de 200 niños y fue condenado a la horca y la hoguera.
Antes de su muerte, el marqués se disculpó con el pueblo y recomendó que nadie siguiera su ejemplo.
Se dice que en las paredes y alrededor del castillo permanecen los cadáveres de algunos niños asesinados.
Castillo de Leap. En Irlanda se encuentra uno de los castillos más fantasmales del Reino Unido, menciona el sitio sobreirlanda.com.
El castillo de Leap, en el condado de Offaly, a las afueras de la ciudad de Roscrea, fue testigo de miles de personas arrojadas al calabozo para que murieran de hambre. Durante el descubrimiento de la prisión subterránea, se obtuvieron tres vagones llenos de huesos.
La fortaleza vivió algunas guerras y asesinatos. En el siglo XVI, se suscitó una disputa entre miembros de la familia O´Connor, dueña del castillo en ese entonces. Uno de los hermanos asesinó a otro, que era sacerdote, mientras llevaba a cabo una misa.
Desde ese entonces, se dice que en el castillo se aparecen fantasmas. En 1970, un exorcista australiano compró la propiedad y, supuestamente, ahuyentó a los malos espíritus.
Cripta de Mary King. En 1645 la peste bubónica atacó la ciudad de Edimburgo, Escocia, causando la muerte de miles de personas en las antiguas calles de esa ciudad.
El gobernador de la ciudad (Consistorio), mandó a cerrar el callejón de Mary King y edificó una cripta, con el fin de evitar la salida de personas infectadas y ocasionar un mayor contagio, señala el blog Tejiendo el mundo.
Con el tiempo, la cripta quedó escondida bajo la nueva ciudad de Edimburgo; sin embargo, las historias sobre fantasmas y espíritus dejaron marcado «El camino de la pena».
Una de las historias cuenta que el espíritu de una niña llamada Annie se aparece buscando su muñeco favorito. Actualmente, hay un cuarto lleno de juguetes que la gente deja para ella.
Castillo Poenari. A principios del siglo XV, el príncipe Vlad III, restauró esta fortaleza rumana para hacerla su vivienda y cometer cientos de crueldades.
El príncipe Vlad era conocido como «El Empalador», ya que a más de 20 mil de sus enemigos los clavó en un palo y los dejó morir lentamente en un bosque cercano al castillo.
Luchó contra los turcos y con el fin de obtener el apoyo de los cristianos, les envió más de 24 mil narices cortadas de los otomanos.
El castillo y la vida de Vlad III sirvió de inspiración para que Bram Stoker creara la novela de «Drácula».
Actualmente, se dice que el castillo, al cual se accede después de subir mil 500 escalones, es uno de los lugares más tenebrosos del mundo.
Catacumbas de capuchinos en Palermo. En 1559, los frailes italianos de Palermo enterraron al primer monje en estas catacumbas. A partir de ese momento, se continuó con la tradición, en todo la región, de dar sepultura a frailes y personas en este lugar.
La sequedad del terreno y las técnicas de momificación de los sacerdotes, hizo que los cadáveres enterrados se conservaran durante más tiempo. Tiempo después, los mismo frailes comenzaron a crear más criptas para colocar más cuerpos, señala el sitio escalofrio.com.
Actualmente, la cripta es un museo en donde se pueden ver más de ocho mil cuerpos. Entre ellos el cadáver de la Rosalía Lombardo, una niña que murió en 1920, a los dos años de edad a causa de una neumonía. Su cuerpo fue el último en ingresar a la cripta y se mantiene intacto.
Colina de las cruces. Más de 50 mil cruces visten las parte más alta de un valle de Lituania. Las primeras se colocaron en el siglo XVI, aunque se desconoce cual fue la causa.
Durante las guerras que sufrió el país lituano, éstas eran colocadas como muestra de fe y esperanza.
En varias ocasiones, los gobiernos han intentado, sin éxito, liberar la colina de las cruces. En 1961 y hasta 1985, el régimen las destruía durante las mañanas; sin embargo, al llegar la noche, reaparecían, apunta el blog Una breve historia.
Isla de Poveglia. En el siglo XVI la peste bubónica invadió Venecia. Las calles de la ciudad italiana se vieron llenas de cadáveres y enfermos, por lo cual se decidió enviar todos los cuerpos a una isla cercana llamada Poveglia.
Al principio, este sitio fue sólo para los cadáveres, pero con el paso del tiempo, los enfermos y quienes tenían algunos síntomas fueron enviados a pasar sus últimos días. En total, más de 160 mil personas perecieron en Poveglia, menciona el sitio sobreleyendas.com.
La isla fue abandonada hasta 1922, cuando se creó un hospital psiquiátrico en la zona. Los pacientes fueron los primeros en ver espíritus. Más tarde, el director del centro, quien realizaba experimentos con los pacientes, perdió la razón y se intentó suicidar.
Después de ese hecho, la isla regresó a su soledad. En una ocasión, una familia intentó comprarla pero permanecieron una noche, luego de que su hija de 14 años se desgarrara la cara.
Actualmente, la isla se encuentra abandonada y solamente los que recogen los viñedos de lugar la visitan. Algunas personas cuentan que en la isla se escuchan gritos y llantos.
Cementerio St. Louis. En Nueva Orleans, Estados Unidos, está localizado uno de los cementerios más misteriosos del mundo. El St. Louis Cemetery, creado hace más de 200 años, es sitio de descanso de muchos personajes entre piratas y artistas.
Los restos de Marie Laveau, la legendaria reina del vudú de mediados del siglo XIX, descansan en este panteón, menciona el sitio destinostematicos.suite101.net. Miles de visitantes acuden cada año con ofrendas, y en las paredes de su mausoleo garabatean símbolos y cruces, en honor a la líder.
Catacumbas de Paris. Debajo del barrio de Montparnasse, se encuentran los cadáveres de más de seis millones de personas.
Estás famosas catacumbas son una serie de túneles y cámaras, que durante el siglo XVIII fueron minas de piedra caliza.
Los huesos y cráneos de los cadáveres fueron colocados en forma de muralla, para aprovechar los más de 300 kilómetros de las catacumbas.
Durante la segunda guerra mundial, los túneles fueron ocupados por la resistencia francesa y más tarde, los alemanes realizaron un bunker dentro de ellas.
Actualmente, un kilómetro y medio de los túneles se encuentra abierto al público; ya que no hace mucho tiempo, las autoridades francesas descubrieron prácticas siniestras al interior de ellas, apunta el sitio hacksantana.com.
Bosque Aokigahara. En las faldas del monte Fuji, se encuentra el lugar preferido para suicidarse en Japón.
Desde la década de 1950, más de medio millón de personas, con un promedio de 30 años de edad, han perdido su vida en este bosque, la mayoría por suicidio, señala el blog viajes y propuestas.
De acuerdo con el sitio, existe la creencia que en ocasiones es imposible usar brújulas y GPS, por lo cual muchas personas que entran nunca logran salir con vida.
Voluntarios japoneses colocan letreros para evitar que las personas se suiciden, y, cada año, alrededor de trescientas personas entran al bosque en la búsqueda de personas desaparecidas.
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