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El escándalo por sexo del videojuego conmociona EE.UU
Una iniciativa sin precedentes por parte de los grandes almacenes para dejar de vender el videojuego líder en ventas "Grand Theft Auto: San Andreas" por incluir una escena de sexo oculta, le costará a sus fabricantes millones de dólares en pérdidas.
Además, ha desencadenado una tormenta política por parte de críticos estadounidenses que quieren medidas enérgicas por parte del gobierno.
Pero la joven industria, que actualmente rivaliza con la taquilla de Hollywood en ventas, es cierto que puede y debe regularse por sí misma.
El grupo de valoración de la industria lo califico de "Sólo para adultos" el miércoles, prohibiendo de este modo su venta en la mayoría de las principales tiendas, tras encontrar que el editor del juego había incluido un ‘mini juego’, desbloqueable mediante un software descargable, que permitía a los jugadores tener sexo virtual.
El juego había recibido ya multitud de críticas, al recompensar a los jugadores por cometer crímenes y por lo que los críticos ven como actos de violencia gratuita.
Los comerciantes inmediatamente retiraron el juego de las estanterías a lo largo de todo Estados Unidos. El realizador del videojuego, Take-Two Interactive Software, una unidad de Rockstar Games, dijo que el cambio en la calificación podría llevar a una disminución de sus ingresos en cerca de 41 millones de dólares en los próximos tres meses y hundirles en unas pérdidas mayores de las esperadas para el trimestre.
Hasta mayo, las ventas de "Grand Theft Auto: San Andreas" para la consola de Sony, PlayStation2, lograron los 5,7 millones de unidades.
DAÑO A LA REPUTACIÓN DE TODA LA INDUSTRIA
Mucha gente de la industria dijo que el daño hecho a la reputación de la propia industria era muy grande.
"Rockstar, la habéis arruinado (a la reputación) para el resto de nosotros" se quejaba Robert Khoo, director de desarrollo de negocio de Penny Arcade, un sitio web para aficionados, con cómics, críticas y foros, sobre el crecimiento de la polémica.
Pero la senadora estadounidense de Nueva York Hillary Clinton, que lidera una denuncia contra el juego, ha apremiando a una reforma de las calificaciones de los videojuegos y llama a la búsqueda de otros contenidos escondidos.
Otros críticos, incluyendo asociaciones de padres y legisladores, están intentando que el gobierno supervise la industria.
La presidenta de la Entertainment Software Rating Board, Patricia Vance, dijo que esto era innecesario.
Semanas antes de que las llamadas de los abogados empezaran, su grupo comenzó ha investigar la modificación descargable de "Grand Theft Auto: San Andreas" que permitía a los jugadores hacer que sus personajes tuvieran sexo explicito, dijo.
"Este es un claro ejemplo de trabajo de autorregulación", añadió.
Los entusiastas del juego también se encresparon ante la idea de una supervisión gubernamental. La industria estadounidense del videojuego tuvo unos ingresos en el 2004 de 7.300 millones de dólares y tiene muchos aficionados adultos.
"Es el intento del gobierno de meter la nariz donde no debe" dijo Brent Riley, un padre de 32 años que juega al "Grand Theft Auto: San Andreas" delante de sus hijos, pero prohibiéndoles ver las imágenes especialmente violentas.
Fuente: REUTERS