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Fármaco e implante ayudan contra insuficiencia cardíaca
Millones de personas con problemas cardíacos ligeros o moderados podrían aumentar su tasa de supervivencia y los pacientes con problemas para respirar reducir las visitas al hospital, según estudios divulgados el domingo relacionados con el fármaco Inspra, de Pfizer, y un dispositivo implantado de Medtronic.
Sin embargo, otra medicina que ha sido usada durante casi una década -Natrecor, de los laboratorios Johnson & Johnson- hizo poco para ayudar a personas con problemas cardíacos graves, según las mismas investigaciones.
«Resolvieron el asunto de la seguridad, pero en el transcurso mostraron que no era muy efectivo» y es difícil decir ahora cuáles pacientes deben recibir la costosa medicina, manifestó el doctor Alfred Bove, cardiólogo de la Universidad Temple y ex presidente del Colegio de Cardiología de Estados Unidos.
Los estudios fueron presentados el domingo durante una conferencia de la Asociación Cardíaca de Estados Unidos en Chicago y se espera que tengan efectos inmediatos en los servicios de salud.
Más de 22 millones de personas en todo el mundo tienen insuficiencia cardíaca. Se desarrolla cuando el músculo cardíaco se debilita con el tiempo y ya no puede bombear sangre de manera eficiente. Se acumula entonces fluido en los pulmones y a las personas les cuesta trabajo respirar.
Inspra ayuda a impedir la retención de agua y ya se emplea para insuficiencia cardíaca avanzada. En un estudio de la Universidad de Nancy, en Francia, con más de 2.700 personas con síntomas moderados, el medicamento redujo el riesgo de muerte u hospitalización en 37%.
«Esto tiene el potencial de cambiar las directrices», dijo la doctora Mariell Jessup, quien presidió la conferencia.
La otra buena noticia vino de las pruebas a un implante diseñado por Medtronic Inc, de Minneapolis.
Muchas personas con insuficiencia cardíaca grave tienen desfibriladores para dar descargas a su corazón si sufren de arritmia.
Los nuevos dispositivos también controlan la manera como la sangre pasa por el corazón, mejorando la capacidad de bombeo.
El estudio probó el implante en 1.800 pacientes canadienses con insuficiencia cardíaca de ligera a moderada. Más de tres años después, 40% de quienes tenían desfibriladores sencillos habían muerto o fueron hospitalizados, en comparación con 33% de quienes tenían los dispositivos combinados, dijo el doctor Anthony Tang, de la Universidad de Ottawa, en Canadá.
Las malas noticias vinieron de la prueba de Natrecor, un fármaco que tuvo ventas espectaculares después que se aprobara su venta en el 2001, porque era la única medicina que parecía ayudar con la falta de aliento.
Una de cada seis personas hospitalizadas por insuficiencia cardíaca recibían Natrecor hasta que en 2005 se publicaron estudios que indicaban que aumentaba el riesgo de muerte y de problemas renales.
En las pruebas realizadas a más de 7.000 pacientes en 30 países, Natrecor no marcó ninguna diferencia en las tasas de hospitalización o mortalidad en el mes siguiente y sólo alivió modestamente la falta de aliento a seis horas de su aplicación, dijeron los doctores Robert Califf y Adrián Hernández, cardiólogos de la Universidad Duke que dirigieron el estudio.
Si el medicamento «hace que la gente se sienta mejor más rápido, pero no tiene efecto en los resultados, no estoy segura de cuál sea su utilidad», dijo Jessup.
The Associated Press-CHICAGO
En internet: http://www.americanheart.org