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Habrá que adaptarse a los cambios climáticos, dicen expertos
Meteorólogos iberoamericanos, reunidos en Madrid en una conferencia de la Organización Mundial Meteorológica (OMM), coincidieron hace menos de un mes en que el cambio climático "es irreversible" y que ahora lo importante es adaptarse a la nueva situación.
"El problema es irreversible y tenemos adaptarnos a lo inevitable", una vez que en la comunidad científica hay un acuerdo casi total de que el clima cambia a causa de la actividad humana, dijo el jefe del servicio meteorológico de Costa Rica, Paulo Manso.
Manso compareció en conferencia de prensa junto a sus colegas de Argentina, Miguel Ángel Rabiolo, Brasil, Antonio Divino Moura, y España, Francisco Cadarso, quienes alertaron sobre la gravedad del problema, pero evitaron suscribir los augurios más catastrofistas.
"No podemos manifestarnos como si fuéramos la Iglesia de los Últimos Días", dijo el brasileño Divino Moura, quien destacó la importancia de localizar el problema y sus efectos, porque de esta manera se afrontarán los desastres naturales con mayor eficacia.
ANTECEDENTES
Divino Moura puso como ejemplo de acciones concretas regionales el trabajo que hacen Argentina, Brasil y Uruguay para anticipar y prevenir los efectos del cambio climático en el Atlántico sur, que en mayo de 2004 sufrió el primer huracán del que se tiene noticia.
Esto es posible, añadió el argentino Rabiolo, gracias a que en el ámbito regional se está produciendo una constante "transferencia de conocimiento e información" sobre los procesos meteorológicos y se están aprovechando los importantes avances tecnológicos.
"En 10 años podremos tener pronósticos fiables a 15 días (ahora es entre 5 y 7 días)", pronosticó el meteorólogo argentino, quien no obstante reconoció que esas mejoras "no nos permitirán cuantificar cómo va a ser ese cambio climático y cómo nos va a afectar".
El ámbito iberoamericano es muy grande y diverso, y, según señalaron Divino Moura y Rabiolo, los efectos del cambio climático no pueden tener únicamente una interpretación negativa, porque pueden aportar algunos beneficios, que hay que saber aprovechar.
Es algo que siempre ha ocurrido -el viejo dicho de "nunca llueva a gusto de todos", según recordó el español Cadarso- y Rabiolo puso el ejemplo del fenómeno El Niño, que si en Perú y Ecuador ha sido un grave problema este año "a Argentina le ha supuesto tener la mejor producción de soja de los últimos 30 ó 50 años".
Divino Moura también habló de aprovechar las oportunidades que se plantean por el nuevo escenario climatológico y por la creciente concienciación sobre el problema, que derivarán en un impulso de las energías renovables y los biocombustibles, que "pueden ser la puerta al desarrollo económico" de los países emergentes.
A TOMAR MEDIDAS
En cualquier caso, subrayaron que es fundamental que se actúe con celeridad en esta materia y que los Gobiernos tomen medidas concretas a partir de acuerdos como el Protocolo de Kioto, incluso frente a las "zancadillas" de países como Estados Unidos, que no firmó el acuerdo pese a ser el primer emisor de gases de efecto invernadero.
El problema del cambio climático "está muy bien posicionado en el ámbito de la geopolítica, al mismo nivel que el terrorismo y la pobreza, y forma parte de la agenda, entre otros, del G8 (los ocho países más ricos del mundo)", dijo el costarricense Manso.
Pero aún así, son necesarios gestos concretos que vayan más allá de la buena disposición por parte de cada uno de los países, que en el caso de Costa Rica se traduce en "la voluntad política" de convertirse en el primer país "carbono neutral" (que no emite gases contaminantes) entre las naciones en vías de desarrollo.
De lo contrario, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera "podrían duplicarse o triplicarse a final de siglo y las consecuencias serían apocalípticas", dijo Manso, que urgió a cerrar cuanto antes a un acuerdo político sobre "el nivel en el que se estabilizarán las concentraciones de gases de efecto invernadero".
El tiempo va en contra de la salud del planeta, porque, según el español Cadarso, "aunque tenemos una capacidad de reacción basada en la tecnología, el ritmo actual de reacción es mucho más lento que el ritmo al que se está produciendo el fenómeno" del cambio climático.
"La reacción tiene que ser mucho más rápida de lo que es. Se tiene que acomodar a la velocidad del fenómeno, porque si no cada vez será mayor la distancia que habrá entre el fenómeno y lo que estamos haciendo. Si el ritmo no se adecúa estaremos mal", indicó.