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La web ‘Róbame, por favor’ evidencia en clave de humor algunos riesgos
Con la proliferación de los móviles provistos de GPS y aplicaciones de comunicación social cada vez es más habitual utilizar la geolocalización -la ubicación geográfica- para informar de dónde se encuentra uno casi a cada momento.
Esto tiene una parte entre divertida y curiosa pero, aunque es algo cada vez más popular, en la mayoría de los casos carece de utilidad práctica: la gente cercana que realmente tiene que saber dónde estamos lo sabe con más o menos exactitud y sin recurrir a este tipo de aplicaciones. O al menos no tiene que ser información pública. Ir más allá es la consecuencia de subestimar el término amigo, algo muy común en las redes sociales.
Y en cambio notificar públicamente donde se está en cada momento conlleva una serie de riesgos (y una merma en la privacidad individual) que conviene tener en cuenta
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Róbame, por favor
El servicio online Please Rob Me (Róbame, por favor) no hace sino evidenciar con un poco de humor uno de los riesgos que supone compartir públicamente en Internet esa información: por descontado se indica también cuándo no se está en casa. De hecho Please Rob Me no hace nada más que realizar una consulta a Twitter para buscar a aquellos usuarios que hacen uso de Foursquare.
El siguiente paso es filtrar el resultado para obtener información de un usuario concreto. A partir de ahí el resto es casi trivial, sobre todo cuantos más datos personales se ofrezcan en los perfiles públicos.
Por tanto para conocer esta información no hace falta utilizar ‘Please Rob Me’ ni ningún servicio parecido. Basta, por ejemplo, con utilizar Goolge Buzz o Twitter para averiguar dónde está una persona en un momento dado si ésta hace uso de este tipo de aplicaciones.
Cómo evitar compartir la ubicación (o al menos saber qué se comparte)
Twitter permite incluir las coordenadas GPS -es decir, la ubicación casi exacta- en el perfil de usuario y, si la opción está activada, actualiza esa información de forma automática en el caso de utilizar móviles con GPS.
Además ofrecer esa información a aplicaciones de terceros. Si se utiliza Twitter de forma abierta cualquier persona puede ver esta información. En Twitter, esta opción viene deshabilitada por defecto. Se puede comprobar su estado en la opción Configuración.
Sin embargo en Foursquare, una red social basada en la geolocalización que permite compartir los lugares en los que se está, como cafeterías, restaurantes o centros comerciales, por defecto -por la naturaleza del servicio- sí se comparte la ubicación. Los usuarios de Foursquare pueden elegir incluso que se notifique automáticamente esa información a servicios como Twitter o Facebook.
No está de más comprobar qué datos aparecen como públicos en los perfiles de éstos con las opciones Configuración y Perfil, respectivamente y, si es necesario, cambiar la configuración para que sólo personas de confianza puedan verla. Google Latitude y Google Buzz son también ejemplos de servicios que hay que manejar con cierta precaución pero sin paranoia.
Latitude por defecto permite hacer visible a otros usuarios del servicio la localización exacta donde se está en cada momento utilizando el móvil e indicándolo visualmente sobre mapa.
Ambos servicios tienen diversos mecanismos que permiten regular el nivel de exactitud y de privacidad respecto a la información enviada, de modo que también conviene revisarla en la configuración.
En principio Latitude sólo es visible para aquellos otros usuarios con los que expresamente se desea compartir la ubicación, mientras que Google Buzz ofrece esa opción sólo cuando se publica desde un teléfono móvil, pero en ese caso la puede difundir en conversaciones públicas.
Como argumentan los autores de Please Rob Me, “no tiene sentido pedir que nos recojan el correo cuando nos vamos de vacaciones mientras anunciamos por Internet que nos hemos ido.”
Via : rtve.es