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Los cinco celulares fallidos más interesantes de los últimos años
En cinco años como analista de teléfonos celulares, he revisado más de 500 productos. Algunos han sido excelentes; otros, atroces. Y unos cuantos han sido fracasos realmente interesantes: el tipo de cosas que se quedaron a un pelo de causar furor
En cinco años como analista de teléfonos celulares, he revisado más de 500 productos. Algunos han sido excelentes; otros, atroces. Y unos cuantos han sido fracasos realmente interesantes: el tipo de cosas que se quedaron a un pelo de causar furor.
Es tan interesante examinar los fracasos interesantes como los éxitos clamorosos, porque muestran formas por las que el mundo no optó. Tal vez exista una realidad alterna donde ninguna madre se atreva a mandar a su hijo de seis años a la escuela sin un teléfono para que la llame, o uno donde pequeñas compañías recién creadas puedan ofrecer buenos teléfonos en el mercado, o uno donde los geeks tengan un proveedor inalámbrico que satisfaga todos sus sueños de alta tecnología.
Pero ninguno de esos mundos es el nuestro. Sin embargo, di con cinco productos en el transcurso de los últimos cinco años que parecen surgidos de esas realidades alternas.
Éstas son mis elecciones:
Helio Kickflip
Probablemente Helio fue la decepción más grande de mis cinco años como reseñista. Al principio se suponía que sería un nuevo proveedor inalámbrico que llevaría teléfonos asiáticos de gran capacidad a los geeks. ¡Hurra! Luego abandonaron esa idea a favor de llevar teléfonos a algún grupo demográfico al que no pudieron identificar. Su primer teléfono, el Kickflip, en realidad no funcionó. El Helio Ocean funcionó de maravilla; pero para ese entonces todo el escenario ya se estaba derrumbando. A la fecha, ningún proveedor ha vuelto a ofrecer teléfonos de gran capacidad a los geeks en América.
Curitel Identity
El Identity, primer teléfono con Linux para el mercado masivo, de fabulosa tecnología para cambiar la personalidad del aparato y cubiertas retirables que en realidad contenían software, fue un ejemplo perfecto de cómo un producto puede fracasar por el modo en que funciona el mercado. En primera, les llevó años a los inventores dar con un fabricante dispuesto a construirlo. Luego, cuando sellaron el trato con el fabricante coreano Curitel, los grandes proveedores inalámbricos ni siquiera se fijaron en el producto. El Identity se desvaneció, y nada ha sido jamás como él.
Sony Mylo (las primera y segunda versiones)
La loca estructura interna de Sony a veces da como resultado productos locos. Por ejemplo: supongo que a Sony no se le permite hacer celulares, porque sólo Sony Ericsson puede hacerlos. Así que Sony hizo el Mylo, que hace llamadas con Skype a través de redes Wi-Fi. El fracaso total del Mylo muestra que, si actualmente vendes una herramienta de comunicaciones, será mejor que se conecte con todo; y eso significa contar con una radio celular (según creo, el iPod touch se sale con la suya de ser sólo Wi-Fi al ser iPod y aparato de juego primero).
Motorola ROKR E1
El primer teléfono con iTunes fue un desastre horrible y la advertencia al resto de la industria de que Apple no juega bien con los demás. El ROKR salió tarde, y el lanzamiento se manejó tan pésimamente que enviaron un grupo de la prensa a Miami a ver un teléfono al que quitaron del podio días antes de que supuestamente apareciera. Cuando Apple lanzó el ROKR de verdad, le robó cámara al introducir el iPod nano casi pisándole los talones. Casi daba la impresión de que Apple quería que este teléfono (y la idea de que los productos que no fueran de su marca ejecutaran iTunes) fallara.
LG Migo
Durante un lapso breve en 2005, un grupo de fabricantes vendió celulares para niños de seis años. Tal vez esto suene a locura pero creo que hay razones de seguridad para darles a los niños aparatos sencillos con los que puedan hablarle a mamá. Al parecer soy el único que opina así porque la categoría entera de este producto ha desaparecido sin dejar rastro. Las noticias histéricas provenientes del Reino Unido de cómo los celulares les dañarán la mente a los niños no fueron de mucha ayuda, aunque estos teléfonos infantiles iban destinados a utilizarse sólo cuestión de minutos a la vez