Actualidad
Mujeres que caminan a paso rápido, con menor riesgo cáncer mama
Las mujeres que dan caminatas a paso rápido de manera regular tienen bajo riesgo de desarrollar cáncer de pecho después de la menopausia y nunca es tarde para comenzar, revela un nuevo estudio.
Tras revisar datos de unas 100.000 mujeres posmenopáusicas, un equipo halló que las que caminaban a paso rápido por lo menos una hora por día (o hacían ejercicio equivalente) eran un 15 por ciento menos propensas a desarrollar cáncer de mama que las que caminaban menos de una hora por semana.
Y las que hacían poco ejercicio, pero aumentaban la actividad física después de la menopausia, eran un 10 por ciento menos propensas a desarrollar la enfermedad que las que se mantenían sedentarias.
En general, cinco de cada 100 mujeres desarrollaron cáncer de pecho en 20 años.
Hay muchos factores de riesgo del cáncer mamario que las mujeres no pueden controlar, como los antecedentes familiares de la enfermedad o la edad a la que comenzaron a menstruar, precisó la autora principal del estudio, doctora A. Heather Eliassen.
Pero la actividad física "es uno de los pocos que pueden mejorar, y nunca es demasiado tarde". Hay cada vez más pruebas de que las mujeres muy activas son menos propensas que las sedentarias a desarrollar cáncer de pecho.
Pero poco se sabe sobre el efecto del ejercicio moderado y de su comienzo tardío.
Además, es difícil comparar a los estudios previos sobre los beneficios del ejercicio, indicó el doctor Michael Leitzmann, de la Universidad de Regensburg en Alemania, que no participó del estudio.
Es que no todos tienen el mismo diseño o hacen preguntas distintas para relevar la cantidad de ejercicio. Aun así, "la mayoría de las evidencias muestran cómo hacer ejercicio reduce el nivel de riesgo", dijo Leitzmann a Reuters Health.
En el nuevo estudio, publicado en Archives of Internal Medicine, el equipo de Eliassen, de Harvard, revisó datos de 95.396 mujeres estudiadas durante 20 años. A intervalos regulares, informaron el nivel de actividad física que tenían y el tipo de ejercicio que hacían.
El equipo observó una relación entre el ejercicio regular y la disminución del riesgo de desarrollar cáncer de mama, aun tras eliminar la posible influencia del consumo de alcohol y del peso.
Los autores analizaron también qué actividades, como la natación o el trote, estaban asociadas con la máxima reducción del riesgo y hallaron que el ejercicio más protector era la caminata vigorosa, que además era el ejercicio más común.
Eliassen consideró que los más alentador fue que las mujeres no necesitaron hacer ejercicio intensos para obtener un beneficio: fue suficiente caminar a paso rápido (5-6 km/h), una velocidad que impide conversar al caminar.
El diseño del estudio no permitió probar si caminar causaba menos tumores mamarios porque existirían otros factores comunes en las mujeres que caminan más y que las haría menos propensas a desarrollar ese cáncer que el resto de las mujeres.
FUENTE: Archives of Internal Medicine,
NUEVA YORK (Reuters Health) –