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Transplante de tejido adiposo para rejuvenecerte
La gran cantidad de investigaciones que se llevan a cabo cada año nos permiten conocer más a fondo el cuerpo humano. Ahora, gracias a diversos estudios, la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética (Semcc) ha destacado el transplante o injerto de tejido adiposo como un nuevo procedimiento de remodelación facial.
Durante muchos años se ha pensado que la grasa acumulada en el rostro y que, a fin de cuentas, determina nuestras facciones tanto o más que la propia estructura ósea, caía por efecto de la gravedad. Sin embargo, ahora se acaba de constatar que el rostro está formado por muchos compartimentos grasos individuales que ganan y pierden contenido según envejecemos.
Como explica el Presidente de la Semcc, Víctor J. García Giménez, «en el caso de un rostro joven, la transición entre los compartimentos es muy suave. A medida que las personas envejecen, se producen cambios debidos a la degeneración involutiva y a las variaciones de volumen». De este modo, el injerto de tejido adiposo es capaz de dar forma y volumen a las zonas de la cara más necesitadas, remodelándola y consiguiendo una mejoría estética notable.
Pero, ¿qué es exactamente el injerto de grasa (también llamado lipotransferencia)? Básicamente se trata de un transplante de grasa previamente seleccionada del propio paciente a otra zona para proporcionar volumen a aquellas zonas que estuvieran necesitadas para así remodelarlas.
¿Qué tiene de bueno la grasa?
Lo realmente beneficioso de este sistema no es únicamente que se utiliza grasa del propio paciente para el trasvase, evitando el rechazo, sino que las grasas tienen múltiples cualidades inigualables. Con el transplante de grasa también se tranfieren células madre, los denominados preadipocitos, con todo el potencial de desarrollo y diferenciación, que a la larga serán los encargados de conseguir una corrección eficaz y sostenida en el tiempo. Además, estos preadipocitos permitirán que la piel tenga una nueva vascularización, lo que a la larga será altamente beneficioso para el tejido.
Como explica el propio doctor García Giménez, «hoy sabemos que el tejido adiposo contiene una enorme cantidad de células madres adultas, células multipotentes capaces de diferenciarse en líneas celulares mesodérmicas: adipógenas, condrógenas, osteógenas, miógenas, etc. En esa localización son 2.500 veces más abundantes que en la médula ósea; y por supuesto, mucho más asequibles». Pero ahí no queda todo. Según el presidente de la Semcc, «es evidente que tiene funciones fisiológicas importantes, secretando numerosas proteínas, las cuales participan en la regulación autocrina y paracrina, con efectos en la función de órganos distantes, como músculos, páncreas, hígado y cerebro».
Estas investigaciones han dado lugar a un nuevo tratamiento contra el envejecimiento de la piel denominado «lipo-sowing«, o lo que es lo mismo una siembra de tejido adiposo en zonas necesitadas. Los cirujanos preparan la zona donde será implantada la grasa previamente extraída de zonas con una mayor concentración de células madre. Posteriormente se prepara la zona receptora con una anestesia local para después, inyectar con microcánulas pequeños depósitos de tejido adiposo del tamaño de un grano de arroz. «En muchos casos este tratamiento se realiza con sistemas de inyección mecanizados que permiten una conveniente homogeneidad en la implantación», explica el doctor García.