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Trata de evitar estos alimentos de tu dieta
La consultora de salud australiana Sarah Luck publicó en la página de internet especializada en nutrición The-natural-health-hub.com una lista de los productos comestibles menos saludables que hay. Entre ellos destacan los aceites vegetales refinados y la fructuosa. Aquí te los presentamos junto a las razones que los hacen poco benéficos para el cuerpo.
Papas fritas y frituras. Un anuncio de la Fundación británica del corazón muestra a una niña bebiéndose un chorro de aceite y asegura: «lo que va en las papas fritas, va a tu organismo». Además agrega que estos productos se componen en un 33 por ciento de aceite. Por si fuera poco, un estudio de la Universidad de Harvard ha vinculado el consumo de papas fritas y frituras con la infertilidad femenina.
Margarina. Este apelativo designa a los «distintos tipos de grasas, de origen tanto animal como vegetal, usadas en sustitución de la mantequilla«. Su producción inicia con aceite y utiliza leche, sal y emulsiones, además de un complejo procedimiento químico durante el cual las grasas naturales del aceite se convierten en grasas insaturadas.
En gran parte del mundo está prohibida su venta bajo el nombre de mantequilla. Si bien esta última puede aportar exceso de grasas y calorías, es significativamente más saludable que la margarina.
Aceites vegetales refinados. Por desgracia, esto incluye a la mayoría de los aceites de cocina que se venden en los supermercados. Ocurre que la manera más barata de extraer aceites se da a altas temperaturas e incluye desgomados con ácido fosfórico, neutralización con sosa cáustica, decoloraciones y desodorizaciones.
Todo ello resulta en mezclas que al descomponerse producen sustancias tóxicas, como la acroleína. El consumo de estos aceites ha sido relacionado a la incidencia de cáncer, alergias y enfermedades del corazón, entre otros malestares. Sólo los aceites vegetales no refinados están libres de estos inconvenientes.
Cereales de caja. Una investigación de Consumers International, asociación mundial de consumidores, señala: «Un estudio global muestra niveles alarmantes de azúcar y sal en muchos cereales de las dos marcas más importantes de este ramo, especialmente en los dirigidos a los niños«.
El doctor Peter Dingle, autor del libro «Mi perro come mejor que tus hijos», asegura que las hamburguesas de comida rápida son un mejor alimento que los cereales para el desayuno. También la organización Westonprice, dedicada a investigar temas de nutrición, los desaprueba a causa de su exagerado procesamiento.
Bebidas refrescantes. Salvo aquellas de origen natural, la mayoría de las bebidas de este tipo incluyen algo así como diez cucharadas cafeteras de azúcar, equivalentes a unas 150 calorías. Otros de sus ingredientes pueden ser colorantes y saborizantes artificiales, cafeína y agua tratada. El caso de los refrescos de dieta no es mucho más esperanzador.
Donas. De acuerdo con Carla Wolper, nutrióloga del Centro de Investigación de Investigación sobre la obesidad de Nueva York, «lo único saludable de una dona es el agujero que tienen al centro». Además se componen de azúcar, levadura, harina, aceite, saborizantes y colorantes artificiales.
Aspartame. Utilizado como endulzante libre de calorías en muchos productos de dieta, este producto es una neurotoxina compuesta por tres ingredientes: ácido aspártico, fenilalanina y metanol, capaz de alterar el sistema nervioso central. Su consumo puede causar migrañas, temblores, pérdida de visión, dolores de pecho, asma, artritis, diarrea, vértigo, fatiga y tumores cerebrales, entre otros padecimientos.
Soja o proteína de soya. «El poroto de soja crudo contiene numerosos anti-nutrientes. Si bien el procesamiento los puede reducir, no los elimina», afirma el sitio electrónico especializado en salud The-natural-health-club.com. Entre sus aspectos negativos destacan ser anticoagulante, impedir la asimilación del magnesio, además de contar con propiedades anti-tiroides, causantes de alteraciones hormonales.
Fructosa y sacarosa. El doctor Robert Lustig, profesor de endocrinología pediátrica de la Universidad de California describe a la fructuosa como «alcohol sin la embriaguez«. Tales son los daños al hígado que produce. Otras de sus consecuencias incluyen ganancia de peso, gota, presión alta colesterol alto.
El caso de la sucrosa no es mejor, puesto que se compone en un 50 por ciento de fructuosa y en un 50 por ciento de glucosa. Está presente de manera natural en las frutas, por lo que éstas tampoco deben ser consumidas de un modo exagerado. Especialmente, se deben preferir las frutas enteras sobre los jugos de fruta.
Alimentos light, bajos en grasa y de dieta. Muchos de ellos contienen aspartame, otros incluyen fructuosa o sucrosa. Pero además de esto, es un hecho que la pérdida de grasas y de azúcar vuelve a los alimentos más insípidos. Para contrarrestar esto y lograr que estos productos igualen en sabor a los naturalmente grasos y azucarados, se recurre a cantidades poco saludables de saborizantes, colorantes y edulcorantes artificiales.